El clásico en duda por culpa de los violentos

Ricardo Alarcón, presidente de Nacional, mantuvo ayer una reunión con la Policía en la cual denunció que el plantel tricolor fue hostigado por integrantes de la barra de la propia institución. El dirigente amenazó con no presentar al equipo en el clásico de mañana si en estas horas no se toman medidas que garanticen la seguridad de los jugadores, técnicos, dirigentes y público en general.

Todo comenzó el miércoles a la noche luego del partido entre Nacional y Colonia en Nueva Helvecia. Allí se generó una discusión en la zona de vestuarios, pues los barras reclamaron la falta de apoyo logístico de la institución. Pero no terminó allí, sino que prosiguió en la ruta. Según relataron testigos, un automóvil en el que se desplazaban los barras se cruzó delante del ómnibus que trasladaba a la delegación hacia Colonia, lo obligó a frenar e incluso un camión con zorra que venía de frente tuvo que bloquear sus ruedas para no impactar contra el ómnibus, evitando lo que pudo ser un grave accidente. Esta situación fue la que Alarcón concurrió a denunciar.

Por otra parte, en tiendas tricolores se sostiene que así como los puntos buenos de uno de los grandes repercuten en el otro, pasa lo mismo con los malos. De allí que haya una molestia con Peñarol, pues se sostiene que los aurinegros continúan brindando apoyo logístico a sus barras, mientras que en tiendas tricolores eso se cortó hace tiempo y como los barras ven diferencias, reclaman a sus dirigentes. Por eso se sostiene que lo ocurrido en Colonia fue una extorsión; una muestra de que para contener a los violentos hay que provocar actos violentos. Lo que más preocupa a la dirigencia de Nacional es que los referentes de la hinchada en los que se confiaba ya no otorgan garantías.

En Nacional se afirma que las diferencias con el tradicional rival quedaron de manifiesto en el último clásico, cuando los aurinegros desplegaron una gran pirotecnia pese a estar prohibida y los tricolores no. Incluso el grado de compromiso con la causa quedó patente, pues "el otro equipo ni siquiera se puso la camiseta contra la violencia", afirman, en referencia que los jugadores de Peñarol no se pusieron un atuendo alusivo a terminar con el vandalismo en el fútbol, lo que sí hicieron los tricolores.

Fuentes tricolores afirmaron que Alarcón fue a la Jefatura porque entiende que si hay parte de la hinchada de Nacional que no se puede controlar, deben hacerlo las autoridades. Asimismo, el presidente de Nacional comunicó a Tenfield y a la AUF su disposición a que si en las próximas horas no se otorgan las garantías necesarias, su institución no jugará mañana el clásico.