El rugby seven quiere ingresar en los Juegos

MARIELA MUÑOZ DÍAZ

Velocidad, agilidad, pasión y espectáculo son sólo algunas de las tantas cosas que el rugby seven promete brindar si vuelve a ser incluido en el programa de los Juegos Olímpicos.

Pero no es el único que quiere participar de los Juegos de 2016. Seis deportes más también están en la lucha por los dos lugares que serán otorgados en octubre por el Comité Olímpico Internacional (COI) en Copenhague.

A pesar de la dura competencia que ofrecen, sobre todo el golf, el karate y los deportes sobre patines, el rugby seven es el que parece tener más chance.

¿Qué hace que la balanza se incline a su favor? Fácilmente se pueden enumerar razones que justifican por qué el rugby debería volver a ser parte de los Juegos Olímpicos.

El rugby supo ser parte de los primeros programas olímpicos, pero desde comienzos del 1900 su participación fue cada vez menos acompañada por los países que lo practicaban y sus figuras.

En los Juegos de París 1900 sólo compitieron tres delegaciones nacionales, y ocho años después en Londres, sólo dos se dieron cita en el evento deportivo. En 1920, cuando se celebraban los Juegos en Amberes, la suerte no cambió.

La escasa afluencia de equipos fue preparando lo que en 1924 se transformó en la eliminación del rugby del programa olímpico.

Durante la final de los Juegos en París, donde se habían presentado sólo tres seleccionados, el encuentro entre Estados Unidos y Francia terminó con la invasión del campo de juego por parte de los espectadores que buscaban agredir a los norteamericanos.

Pero hoy la realidad es otra. El rugby no sólo promueve los valores del fair play sino que ha tenido un gran crecimiento.

Actualmente, el Mundial de Rugby es el tercer campeonato deportivo más seguido por los televidentes, después del Mundial de Fútbol y de los Juegos Olímpicos.

Además, es practicado en todos los continentes superando los tres millones de jugadores. Importantes países como Nueva Zelanda, Sudáfrica, Francia, Inglaterra, Argentina y Escocia lideran los torneos mundiales.

Otro gran punto a favor, es que los torneos de rugby seven se disputan en dos o tres días, lo que simplifica su organización y los costos. Además, los planteles están conformados por diez jugadores.

¿Por qué el rugby seven y no el quince? Sin duda que además de la pasión que genera el seven, el otro factor que provoca que el rugby XV no sea el que busca integrar el programa olímpico, es que los equipos no suelen jugar dos partidos en la misma semana y mucho menos varios en un mismo día.

Este último punto es muy importante porque los Juegos Olímpicos se desarrollan durante dos semanas, y para realizar un torneo de rugby XV es necesario al menos un mes.

También debe tenerse en cuenta que incorporando el rugby VII el éxito está, de alguna manera, garantizado. En la actualidad se juegan exitosos campeonatos de seven por todo el mundo, formen o no parte del circuito de la Internacional Rugby Board.

No debe olvidarse que el rugby tiene sus estrellas y la posibilidad de subirse a lo más alto del podio puede transformándose en un gran desafío.

Pero sin duda, uno de los aspectos más relevantes es la cantidad y calidad de los sponsors que acompañan a este deporte en todos sus eventos.

Así como en su momento, la suma de factores provocó que el rugby fuera eliminado de los Juegos Olímpicos, hoy la misma suma podrá traer resultados diferentes. La inclusión a los juegos provocaría sin duda una mayor difusión del deporte, pero sobre todo aportaría a que continúe creciendo.

La cifra

85 años hace que el rugby participó por última vez de los Juegos Olímpicos, la cita fue en París.