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EL ANÁLISIS
Por "Lalo" Fernández
Todo en la misma noche. La alegría eufórica de los jóvenes Sub 20 vencedores de Brasil luego de una década sin victorias en esa categoría y ganadores además de su cuarto partido consecutivo (tres dando vuelta la pisada) contagió a todos. ¡Aleluya!... y enseguida la desazón, la tristeza y el desencanto carbonero.
Los juveniles táctica y técnicamente han actuado a muy buen nivel y alientan esperanzas serias para el campeonato que comienza. Porque es ahora que empieza la pelea por el título y la lucha por lograr la clasificación que los lleve a intentar trepar las pirámides de la gloria en Egipto. El primer paso será otra vez Brasil pero esta vez con todo su poderío al igual que Uruguay, por lo que el partido será otra historia. Si la cara que ríe vuelve a mirar para los celestes el paso será enorme.
La otra cara..., la de la mueca triste, apareció en Medellín. Peñarol fue patético, una sombra. Mal parado, confundido, sin ideas, por momentos enojado, lento y perdido frente a un equipo colombiano de media tabla. Peor es imposible que juegue y como el rival no asegura mucho es probable que el martes gane. El asunto es que lo tiene que hacer por cinco goles lo que hoy parece lindar con el milagro.
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