Los líneas estaban en Marte

De eso no hay duda alguna. Si a los 20 segundos de comenzado el partido, a un línea se le ocurre levantar la bandera para sancionar un off side después de la ejecución de un saque de banda, no cabe otra que concluir que Marcelo Gadea estaba en Marte o en Júpiter, pero ni por asomo en el Parque Central.

Lo que fue más sorprendente todavía es que el juez Fernando Falce haya dado crédito a lo que el línea le marcaba, cuando estaba pegado a la jugada y era el testigo más directo de la incidencia.

Después de esa catástrofe referil, se podía esperar cualquier cosa de la terna arbitral. Y por cierto que ocurrió. Porque, como lo dijo Carlos Manta a Ovación, la gran diferencia a favor de Nacional estuvo en el brazo que levantó Raúl Hartwig para invalidar algo que no tenía nada de ilícito.

Cuando sancionó con posición adelantada la perfecta conquista de Gabriel García, fue como si le bajara la cortina a Tacuarembó.

Terrible. Tanto o más como la misma posición adelantada que se comió el propio Hartwig de la roja del Norte por estar mirando para un costado en lugar de tener sus ojos en la cancha.

Esto recién empieza y la verdad que los jueces no están colaborando mucho.