Un grande levanta y el otro cae

JORGE DA SILVEIRA

Los grandes dejaron dos imágenes opuestas. Peñarol goleó a Rampla, que fue poca cosa, 4 a 1, tras mejorar mucho lo hecho y Nacional venció sin merecerlo a Tacuarembó 1 a 0, dejó muchas dudas de su poderío colectivo y mostró rendimientos muy bajos.

Peñarol se supera tras dos semanas de concentración. Ribas tenía claro el problema y los guardó. Trabajó duro en lo físico para que se note en la fase final del torneo y en fútbol para conseguir lo que pretende. Se nota. Hay más orden, actitud y funcionamiento. Varios jugadores muestran más que al llegar el nuevo técnico. Pero por sobre todo hay más piernas que antes. La mente está más clara. Se juega mejor. El ánimo es otro, la confianza aumenta.

Nacional, en cambio, mermó en su rendimiento. Hacía dos semanas que no jugaba. Antes jugó tres partidos tremendos en seis días y logró resultados enormes. Era lógico que se sintiera el cansancio, porque fue duro el desgaste sico-físico en pocas horas cuando no se tenía el rodaje debido. Con todo el tiempo que se tuvo para recuperar y trabajar, se esperaba que fuera avasallante. No sólo no fue así sino que el que lo hizo fue Tacuarembó.

En función de rendimientos individuales muy bajos que provocaron una mala labor en ambas funciones quedó clara la lectura. Concentrando un día antes, Pelusso tiene sólo la posibilidad de sustituir a jugadores de bajísima producción por otros que están a la orden. Jugando como ayer, a Racing por el Clausura y a River por la Copa, no les gana.