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EL ANÁLISIS por Víctor H. Morales
Un péndulo en el corazón del hincha
Flotan, cada lunes, como el polvo que deja un auto veloz a su paso, las declaraciones aspaventosas, las excusas, los partes médicos sobre los heridos. Se mezclan en el remolino con los futuros inciertos que muestran especialmente, y por distintas razones, a Boca, River e Independiente, cubriéndose como quien se resguarda del sol. Andan mal.
Lo de Independiente viene bravo. Parecido a un gerente de los que llega para achicar personal y poner en vereda a todo el mundo, Américo Gallego desafía el manual básico de los técnicos, ese que aconseja desde la primera hoja, hacerse querer por el plantel. Acusó a sus dirigidos del fracaso dejando la sensación de que poco piolín le queda a muchos de ellos.
El recelo, las miradas desencontradas, el murmullo mientras los jugadores trotan el perímetro de la cancha, será la escena poco propicia para acuerdos amistosos de meter todos para adelante, de la práctica de hoy.
Y mientras River se angustia pensando en el partido contra Nacional por la Copa, es Boca y no la selección la que ahora se preocupa por "la manera de jugar" de Riquelme. Asuntos que vienen a reflejar momentos pasajeros, ese péndulo del corazón del hincha que va y viene cada fin de semana.
Ovación digital
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