Se debió ganar, pero no se supo

Antes del partido un empate en Chile era un resultado aceptable. Tal como se dio, con Uruguay con un hombre más desde los 32 minutos y el local muy menguado en su fútbol y fuerzas, se debió vencer y no se supo, más allá del penal no cobrado por Baldassi sobre el final. Hasta la amarilla a Cáceres -no fue foul siquiera- el arbitraje nos había favorecido. Pudo echar a Diego Pérez y fue benévolo con Eguren. Amonestó mal al jugador del Barcelona y se comió el penal.

Uruguay defendió bien en general. Hubo desde el arco seguridad y se trasmitió serenidad y la zaga volvió a jugar muy bien, como ante Paraguay. Tras el cambio muy bien hecho por Tabárez de Fernández por Pérez, que estaba al borde de la roja, se mejoró en el medio.

El déficit del equipo estuvo en ofensiva. No supo tener la pelota ni jugarla hacia el arco rival como para lastimarlo. En el primer tiempo hubo apenas un cabezazo de Godín, en jugada de pelota quieta, y un tiro de Suárez desde la izquierda. Fue el mejor arriba. Pero se falló en el traslado y en pases profundos o desde las bandas al medio y sólo Suárez estuvo cerca del arco para recibir. Volvió a jugar mal Christian Rodríguez, muy individual, y Forlán gravitó poco.

En el segundo se adelantó el equipo, dominó, creó situaciones de gol, a pesar de fallas en el último pase y en los remates. Pero no supo ganar. Estuvo bien que ingresaran Abreu y Cavani. No debió salir Pereira pues mejoró en ofensiva y era el único que podía desbordar y centrar desde la izquierda cuando había gente que podía culminar en el área. Pocas veces se da un partido así para ganar afuera. Lástima.