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JORGE SAVIA
"Es cierto, la noche que peleó con la norteamericana (Nicole Woods), llegué al vestuario, y encontré a la madre y al entrenador, Ramón Barrero, que siempre estuvo cerca de ella; pero no había más nadie, ni un médico. `Chris` tenía un golpe grande en el ojo y no había nadie para atenderla. Ni una botella de agua tenía, siquiera. Mire, no le digo que hubiera una Gatorade, ni ninguna otra bebida de esas... no, agua. Tuve que salir del Palacio (Peñarol) y correr seis cuadras para comprarle una mineral. ¿Se da cuenta? Por eso, por cosas como esta, usted no sabe los cientos de mails y todo tipo de mensajes que ella (Christian Namus) y nosotros estamos recibiendo; de aliento, de apoyo, por supuesto. ¡Ah! Y si puede, ponga que con el Sr. (Hugo) Casada y con el programa `Kcnock Out a las Drogas` sólo tenemos un gran agradecimiento", porque la apoyaron (a Namus) en todo momento".
Está tan intrincado el tema de la situación de Christian Namus con Sebastián Amaya y Juan María Vanrell, que la misma puede llegar a tener giros bruscos, y si se quiere sorpresivos como éste: tras lo afirmado por Roberto Namus, padre de la boxeadora a Ovación ayer de tarde, el empresario citado en segundo término respondió: "Sí, tiene razón. Lo del agua fue un descuido, un error, una imprevisión, llamálo como quieras. Así que, para que todo el mundo vea que no hay corrupción, como se dijo en el comunicado, ni nada de eso, no tenemos problemas en reconocer fallas cuando las tenemos. Ahora, lo del médico, tengo testigos de que desde hacía meses yo andaba muy preocupado y hasta caliente con eso: no se puede organizar ninguna velada si no se hacen cuatro cartas; una la Federación Uruguaya de Boxeo, otra a la Comisión Nacional de Boxeo, una tercera a la Intendencia de Montevideo y una cuarta al Ministerio de Turismo y Deporte, solicitando el servicio médico correspondiente. Sin embargo, el médico de ring, como se le llama, casi siempre llevaba tarde, o había problemas para ubicarlo para que viniera. ¿Sabés una cosa? ¿Quién fue el médico que, como es gente de boxeo, pusimos nosotros (Amaya y Vanrell) en la pelea (de Namus) con la estadoundidense? ¡Golomar! ¡Sí, el Dr. (Wilson) Golomar, que ahora está con (Sebastián) Revetria!"
Las expresiones del padre de la boxeadora y del empresario, si acaso, no representan más que dos rounds de un combate que se desarrolla en un escenario que en el Uruguay no se debe dejar de tener en cuenta: Semana Santa o de Turismo; por eso, entonces, es que recién el lunes próximo el director del departamento de infraestructura del Ministerio de Turismo y Deporte, Prof. Nicola Cetraro, encabezará una nueva reunión entre Amaya y Vanrell y Sebastián Revetria y el Dr. Golomar, que aparecen como los representantes y nuevos promotores de las peleas de Namus, para tratar de llegar, sino a un arreglo, a una salida, aunque más no sea transitoria, que permita que la uruguaya combata -como está fijado- el próximo 16 de mayo por el título mundial de peso superligero del Consejo Mundial de Boxeo ante la colombiana Liliana Palmera.
Por ahora, el eje de la cuestión es el contrato que vincula a Namus con Amaya y Vanrell, que en el numeral 11 establece que la duración del mismo será de dos años, y vence dos años a partir de la fecha de su presentación ante la Comisión Nacional de Boxeo (22 de abril de 2007); y que en numeral 14° reza que "encaso de que la Srta. Namus obtenga un título mundial, debido al trabajo organizativo de su carrera como profesional del boxeo realizado por los promotores, y desee cancelar el contrato, deberá pagar como indemnización a los promotores la suma de US$ 150.000. Esta cifra deberá se abonada por el nuevo contratante y no cuenta en este caso de salir campeón mundial, el plazo de dos años de vencimiento del contrato.
En este contexto, pues, la situación aparece como muy compleja, pero hay dos aspectos que, sin embargo, surgen claramente: Namus se erigió en uno de los símbolos, no ya del boxeo, sino del deporte uruguayo actual, y existe sumo interés -y hasta preocupación- desde las esferas gubernamentales desde las cuales se apoyó (lo reconoce el padre) e impulsó su carrera, que se haga la pelea con Palmera. La interrogante es si, para el caso de que haya solución, y dado este "parate", Namus no precisará un aplazamiento.
Si Amaya y Vanrell inician una acción judicial contra Christian Namus, la boxeadora no podría pelear por dos años a partir del próximo 22 de abril, ya que el contrato registrado en la Federación Uruguaya de Boxeo establece que en caso de que fuese campeona mundial el vínculo se extendería por citado lapso.
Namus pudo seguir peleando pese a tener pendiente el juicio de Antonio Canedo, porque éste se lo hizo en condición de entrenador, no como promotor; esto es: organizador de sus combates.
El Ministerio de Turismo y Deporte y la Federación protegemos al boxeador como deportista; pero cuando el boxeador adopta una posición en materia empresarial, no tomamos partido en un conflicto entre privados. Eso sí, el tema de la corrupción, que ella manejó en la carta, es muy delicado, que no puedo compartir. Creo que no la hay". (Prof. Nicola Cetraro)
"En la tercera pelea, en el Conrad, la mandé a hacer la siesta, que descansara. Por respeto, salí de la habitación. Cuando volví, no estaba. Al rato, entra...con el novio. ¡Se imagina a qué venía! Se armó lío y ella se interpuso; ahí me dí cuenta que no seguiría conmigo" (Antonio Canedo, primer entrenador de Namus; le hizo juicio cuando firmó con Amaya y Vanrell)
Ovación digital
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