Agarró un hierro caliente

La llegada de Osvaldo Giménez como gerente deportivo en Peñarol, generó un sinfín de repercusiones.

Era previsible. No iba a ser fácil desembarcar nuevamente en el fútbol uruguayo y él lo sabía antes de aceptar la propuesta que le hiciera Juan Pedro Damiani.

Dentro del club hubo caras largas cuando se supo que llegaría como el nuevo gerente deportivo. "No es de Peñarol", argumentaron y el propio Giménez respondió sin que le temblara la voz: "cuando Damiani me contrató no me preguntó si era hincha de Peñarol o de Nacional. Confió en mí y con eso me alcanza", tiró a los medios.

Giménez sabe que tendrá un largo camino por recorrer. También que será un camino lleno de obstáculos.

Peñarol pasa por uno de los peores momentos de su historia en el plano deportivo y no será fácil la salida.

Con Giménez comenzará otra etapa. Se elegirá al nuevo conductor del plantel principal y también se decidirán las bajas y las altas de cara al Clausura.

Todavía no empezó y ya está en el ojo de la tormenta. Será un duro desafío, sin dudas.