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MI OPINIÓN por Jorge Da Silveira
En pleno receso el ambiente fue sacudido por dos nombres fuertes que se dijo pueden volver al país a ponerse camisetas de los dos grandes. En el caso de Abreu, una vez más se habló de la posibilidad de volver a Nacional, el gran amor futbolístico del minuano. Cuando se entusiasmó la gente con el tema el propio jugador se encargó de desmotivar a los hinchas. Mencionó ofertas de España y Brasil con las que no puede competir Nacional. El club espera a que se concreten o no las ofertas mencionadas. Abreu sabe que Acevedo lo quiere y que éste bien puede ser el año para pelear la Libertadores. Debería -si lo quiere hacer- un contrato hasta el fin de la Copa y ahí quedaría libre de volver a Europa o ir a Brasil si quiere. Si sale algo de España o de Brasil, no llegará esta vez.
Lo de Recoba es diferente. Un jugador de su nombre no debió hablar antes. Debió retornar y esperar ofertas. Haber dicho que quería jugar en Peñarol no parece inteligente. Mucha gente de Peñarol no lo quiere. Dirigentes e hinchas incluidos. Con sus dichos se alejó definitivamente de Nacional. Debe haber molestado aun a gente de Danubio luego que le dijera a Arturo Del Campo que si volvía a jugar acá sería en el equipo de la franja. No supo interpretar el valor de los silencios y quedó preso de sus dichos.
Ovación digital
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