Un buen Mundial, por favor

Hay que aprovechar el espíritu navideño que nos invade a todos para escribir la "cartita a Papá Noel".

Y si de pedidos se trata, sin ignorar todas las cosas que se pueden solicitar en un país que imperiosamente tiene que terminar con la indigencia y la inseguridad, el fútbol tiene que estar en la lista.

Naturalmente que los hinchas de Nacional le pedirán a Santa Claus una Copa Libertadores y que los de Peñarol le demandarán terminar con la sequía de títulos a nivel local. En otro lugar, quizás con muchos de los anteriores sumados, estarán los que tenemos a la Celeste como gran emblema del sentir nacional.

Porque la Celeste es, quizás por haber vivido fuera del país se le dimensiona de tal manera, el pedacito de tierra que está pegado a la piel y que acompañó en los momentos de mayor nostalgia.

Y debido a ello, entonces, es que la nota que se pondrá en el árbol navideño tendrá una única solicitud futbolera. Es que muchas generaciones se merecen ver a la selección uruguaya jugando en gran forma una Copa del Mundo. O sea, arriesgando, dejando una huella.