No somos campeones del mundo

Que el triunfo ante Suiza no genere más ilusión de la que merece. Se ganó y punto. La selección dejó una buena imagen, es cierto, se venció a Suiza, otra selección mundialista, pero no hay que echar las campanas al vuelo y pensar que Uruguay ya está clasificado a la segunda fase.

La gran mayoría de los uruguayos pasa, en un abrir y cerrar de ojos, de la euforia desmedida a la desazón. Y eso es, precisamente, lo que hay que evitar antes de Sudáfrica.

La selección volvió a mostrar luces y sombras. Defectos y virtudes, pero lo más importante es que no perdió la identidad.

Siguió siendo el mismo equipo de la Eliminatoria. Serio, disciplinado tácticamente y contundente a la hora de pisar el área rival.

Pero mostró flaquezas en el fondo, distracciones y faltas (como la de Scotti) que pueden terminar costando caro en un Mundial, donde no hay prácticamente tiempo de recuperación.

Ganó Uruguay. Y ganó bien, pero no hay que festejar antes de tiempo. No hay que generar mucha ilusión. Hay que continuar como hasta ahora, como pregona el maestro Tabárez, "poco a poco".

¿Y vos qué decís?

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