|
|
EL ANÁLISIS por José Mastandrea
Sin el bombo pero con platillos
No quiero subirme al bombo de Gorzy, que quede claro, pero nadie puede negar una realidad incontrastable: el fútbol uruguayo recuperó un lugar de privilegio en el concierto internacional.
No soy de los que piensan que "estamos a siete partidos de ser campeones mundiales", como repite Gorzy cada vez que puede, pero sí soy de los que cree en el trabajo de los clubes, de los técnicos y en la calidad de nuestros jugadores.
Lo de Racing ya dejó de ser casualidad hace mucho. Sin figuras, con un plantel corto, sin dinero ni mecenas que lo banque, le peleó de igual a igual a todos en la Libertadores.
Empezó sorprendiendo. Ni el hincha más optimista pensó que podía dejar por el camino al poderoso Junior de Barranquilla. Y ya en la fase grupos, ninguno pudo imaginar que iba a tener contra las cuerdas al Corinthians del `gordo` Ronaldo y Roberto Carlos.
Si algo le faltaba, era ganar en el Centenario como ganó. Dejó atrás a Cerro Porteño, el campeón paraguayo, después de haber hecho un gran partido.
Fue un triunfo bien a la uruguaya. A pulmón, con clase, pero dejando el alma en cada pelota.
Ovación digital
¿Encontraste algún error? | « volver |