Hay que volver a empezar

El profesionalismo cambió a partir de 1999. El Campeonato Uruguayo, después de una lucha titánica de muchos dirigentes, logró la tan ansiada integración.

Tacuarembó, Pay- sandú Bella Vista, y Frontera Rivera fueron los que estrenaron la nueva modalidad. Y fue un éxito. Fueron locales, llevaron a los dos grandes a sus ciudades y llenaron estadios.

Después llegó el turno de Rocha, del Paysandú Fútbol Club, de Plaza Colonia y Deportivo Colonia y la integración era viable y se hacía posible.

Pero las penurias económicas, los vaivenes del profesionalismo y la falta de recursos, llevaron a que esa integración perdiera fuerza año tras año.

Sólo Tacuarembó logró mantenerse en Primera División, pero junto a Cerro Largo y Atenas, lucha por sobrevivir en el profesionalismo.

Once años después, la integración corre el riesgo de desaparecer.

Sería una pena, realmente. Pero para que se retome con fuerza, habría que cambiar las reglas de juego y exigirles a los clubes del interior que tienen que ser locales haya dinero o no.