No hay que echar leña al fuego

El clásico está ahí, a la vuelta de la esquina. Y el clima está bastante espeso, por cierto. Alcanza con ir a los partidos de los grandes para escuchar los cánticos de los hinchas.

Eso no es novedad, claro, porque siempre sucede, pero habría que bajar la pelota, fundamentalmente, desde los medios.

No es bueno e incita a la violencia preguntarle a los jugadores de Nacional si a Peñarol lo llevan de la mano los jueces. O recordarle a los de Peñarol que a Nacional le dieron una mano los jueces en el Apertura.

El tema arbitral ya de por sí genera resistencia y a quince días del clásico pone en tela de juicio a todos los jueces. No es bueno.

Hay que recordar que si todo sigue como hasta ahora, no sólo habrá un clásico, puede haber dos o tres más en cuestión de pocos días.

Si el clima fermenta, si se echa leña al fuego, si se encienden fósforos en un tanque de gasolina, perderá el fútbol.

No se puede esperar que esos hinchas que saltan, cantan, insultan y amenazan desde el anonimato, razonen y pongan la pelota en el piso. Eso sería pedirle peras al olmo. Y no da.