El reto más difícil es el mejor

Cruzeiro es, a juzgar por las actuaciones hasta la fecha, de todos los equipos en la Copa Libertadores, el rival más exigente que podía recibir Nacional para los octavos de final del certamen.

Sin embargo, ese grado de exigencia se convierte en el principal aliado del equipo tricolor. Y no solo por el grado de concentración que deberán tener los jugadores para poder sortear la fase, si no por lo que significa tener la posibilidad de dejar por el camino a un peso pesado del certamen.

En primer lugar está esa faceta: la de lograr que el equipo se fortalezca para el futuro con una imposición ante un candidato al título.

Y lo otro es que, en el peor de los casos, quedar afuera del torneo continental significará poner todas las baterías a la definición por el Uruguayo con Peñarol.