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MI OPINIÓN por Jorge Da Silveira
El miércoles se esperaba una mejor posibilidad de Peñarol de vencer y ser ya Campeón Uruguayo. Jugó muy mal y perdió feo. El sábado tenía Nacional la oportunidad de aprovechar un mejor momento anímico y nada repitió.
Se pensó en la incidencia de la racha favorable a los tricolores que sumaron siete cotejos clásicos sin perder, con jugadores con un récord muy favorable y sin derrotas en ellos y en el efecto contrario en el rival. Pero llamaba la atención que jugadores como Orteman y Arévalo hubieran jugado tan mal. El primero es un ganador y Arévalo tenía un clásico formidable en el que había marcado dos goles. Se sabía que Pacheco no estaba bien por una lesión rebelde y que Alcoba estaba peor.
El sábado Aguirre sacó a Alcoba, puso a González, Peñarol marcó mucho mejor, con el orden que no había tenido, Orteman y Arévalo volvieron a su nivel, Martinuccio picó en todo momento y superó a Lembo, levantaron Aguirregaray, Ramírez, Pacheco y se jugó en velocidad. Se superaron los fantasmas y se ganó, aunque en el final no se aprovechó la superioridad numérica para ampliar la diferencia que puede definir el título. Nacional no repitió nada de lo bueno del miércoles. Sólo metió. Jugó muy poco.
Ovación digital
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