Hay respeto, pero nada de temor

Quizás Patrice Evra esté confundido y crea que respetar a los adversarios sea lo mismo que temer. De otra manera, me parece impensable considerar que en el fútbol de estos tiempos algún equipo sienta miedo de enfrentar a otro.

Además, a juzgar por lo que se ha visto de las selecciones, incluso de las máximas favoritas, nadie puede tener la certeza de qué sucederá en la Copa del Mundo. Por cuanto es imposible que se llegue al certamen con algo de susto.

España, por ejemplo, aunque llega con el mote de "súper favorita" ya recibió un par de cachetadas en la última Copa de las Confederaciones. Y Brasil, el otro "ultrapoderoso" del momento, también supo recibir alguna pequeña humillación en las Eliminatorias. ¿O para los norteños no es humillante empatar con Bolivia en su casa?

Entonces, ¿miedo a qué? ¿A los nombres? Con esos nombres, hay que preguntarle a Evra, y con el mayor de los respetos, ¿Francia vapuleó a Irlanda del Norte o entró por la puertita de atrás?

Uruguay, por su pasado reciente, llegará al campeonato con mucha humildad, pero también con el convencimiento de que la puede pelear en su grupo. Y eso, a no dudarlo, es porque no existe ni una pequeña cuota de temor sobre los grandes nombres que pueda tener Francia. O sobre la condición de local de Sudáfrica.

Además, para que Evra tenga bien claro, si hay algo que acá se le está pidiendo a los jugadores uruguayos es que no se pasen de rosca con el tradicional "hay que meter", porque así es como se aumentan las pulsaciones y se deja de lado la inteligencia para jugar un partido de fútbol. En síntesis, respeto no es miedo.