El cambio de mentalidad de las nuevas generaciones

JOSÉ MASTANDREA

Se ve otro fútbol. Eso es innegable. Hay otra intención de juego, se apuesta a jugar por abajo, a tocar, a ser ofensivos, a manejar bien la pelota y a llegar con varios hombres en el ataque. El viejo fútbol uruguayo agoniza y está a punto de morir. El nuevo, recién empezó a dar sus primeros pasos pero goza de buena salud. Ejemplos sobran: el Peñarol de Diego Aguirre, el Nacional de Eduardo Acevedo, el River de Juan Ramón Carrasco, el Cerro de Pablo Repetto, el Liverpool de Eduardo Favaro, el Wanderers de Daniel Carreño, el Rampla de Eduardo Del Capellán y hasta el Tacuarembó de Guillermo Almada. Todos jugaron bien y fueron ofensivos. ¡Salú!