La ventaja de tener un técnico

Cuando escucho que Argentina es una de las favoritas para ganar la Copa del Mundo, me preocupo. No porque no tenga jugadores para lograrlo, sino porque siempre me dijeron que en cualquier equipo, era necesario que hubiese un buen entrenador. Sin un técnico capaz, por más jugadores que haya, es muy difícil lograr un campeonato, un título, un objetivo.

El mejor ejemplo es la propia selección argentina. Con Marcelo Bielsa como entrenador, en el Mundial de Corea y Japón 2002, ni siquiera pudo pasar la primera fase. ¡Y tenía flor de equipo!

Hoy, tiene a Lionel Messi, al `Pipita` Higuaín, al `Kun` Aguero, pero no tiene un entrenador acorde a tantas figuras.

Maradona es Dios para los argentinos, pero para el resto del mundo, no deja de ser un ex crack. Pocos creen en sus bondades como técnico. Es incoherente en sus dichos, es inconsistente en sus declaraciones y fue un desastre en la elección de los 23 jugadores argentinos.

El único acierto que le reconozco es el haber elegido a Juan Sebastián Verón como el gran estratega dentro y fuera de la cancha. Nadie puede negar la incidencia de la `Brujita` en ese sentido, pero hasta ahora, la selección argentina parece jugar sola, dependiendo pura y exclusivamente de sus individualidades.

Con César Luis Menotti y con Carlos Salvador Bilardo fue diferente. Antagónicos en sus propuestas y en su forma de trabajar, eran (son) entrenadores en serio, meticulosos, trabajadores, inteligentes.

Y aunque me tilden de retrógrado, no podría respetar jamás a un técnico que tenga tatuado al Che en el brazo izquierdo y use un rolex de oro en la muñeca derecha.