Hoy nos unimos en un solo grito

Hoy entran once a la cancha, pero juegan más de 3.500.000. Hoy la camiseta no la llevamos puesta, está pintada en la piel. Hoy no somos técnicos, ni especialistas, ni críticos. Hoy somos uruguayos. Hoy no vivimos de la historia, que gracias a Dios la tenemos, disfrutamos el presente.

Hoy no miramos de reojo lo que hacen los vecinos de Sudamérica, ni tenemos calculadoras en las manos. Hoy tenemos pantallas gigantes en 18 de Julio y miles de televisores encendidos en los boliches de todos los pagos de nuestra querida tierra.

Hoy tenemos orgullo de ser celestes. Se lo gritamos al mundo. Hoy no nos importa si Ghana tiene jugadores fuertes, altos, rudos, rápidos o habilidosos. Hoy pensamos sólo en los nuestros.

Hoy no decimos que lindas y pegadizas son las canciones del Mundial. Hoy nos preparamos para cantar las letras del Canario Luna, Jaime Roos, Julio Julián y No Te Va a Gustar.

Hoy, como tantas otras veces, soñamos. Nos ilusionamos. Afloran los más profundos sentimientos charrúas. Hoy ponemos más banderas en los autos. Compramos gorros, llaveritos, bufandas.

Hoy transpiramos con los jugadores. Nos unimos en los gritos. Hoy no creemos que nuestro típico "soy celeste" precise una transformación. Hoy cantamos el Himno con mayor entusiasmo.

Hoy no creemos que la FIFA nos va a echar porque pegamos, porque somos pocos o porque no damos rédito económico. Hoy pensamos en taparle la boca a un montón.

Hoy sufrimos. Hoy nos unimos en un solo grito: ¡vamos Uruguay!