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DESDE EL ARCO por José Mastandrea
Feliz día de los culpables
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El sábado se festejó el Día del Periodista. Mails, mensajes de texto, llamadas telefónicas y hasta presentes hubo en todas las redacciones.
Pues bien, el Día del Periodista fue casi un festejo íntimo. Saludos con colegas, abrazos, besos y poca cosa más.
Es la profesión de los culpables. Y no sólo en el fútbol, en todos los ámbitos, sólo que en el fútbol, el hilo siempre se corta por el lado más fino: los protagonistas se enojan y deciden no hablar.
Pasó con Manuel Keosseian después del partido que Peñarol le ganó a Danubio. El entrenador aurinegro sólo habló para Tenfield.
Raro en él. Un tipo afable, sensato, siempre abierto al diálogo aun en la discrepancia.
Pero Keosseian no será ni el primero ni el último en culpar a los periodistas. De otra manera, no se explica su silencio.
Puede ser que haya sufrido el síndrome del equipo grande. También le pasó a otros entrenadores. Mientras dirigieron a equipos chicos siempre atendieron a los medios y respondieron a sus llamadas telefónicas.
En fin. Feliz día de los culpables...
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