Una pierna para célebre víctima de ETA

F. FERNÁNDEZ / D. FRIEDMANN

A los 12 años fue víctima de un ataque terrorista de ETA que la dejó sin piernas y sin tres dedos de una mano. Ahora, casi dos décadas después, viajó especialmente de Madrid a Rivera para colocarse una prótesis.

Quien ve caminar a Irene Villa González por una calle de Rivera apoyada en un bastón, posiblemente se pregunte qué dificultad tendrá para recurrir a él. Lejos estará de imaginar que esa elegante y bonita morocha que mide 1,70 es una víctima de ETA. Y más que eso. Su "eterna" carrera por la recuperación, la convirtió "en el rostro más reconocible de las víctimas del terrorismo. Es un ícono", señaló el diario español "El Mundo".

Denuncia "abusos e injusticias", cuenta su historia, se interesa por quienes sufren cualquier tipo de violencia, da conferencias sobre valores y es autora de dos libros, uno destinado a que las víctimas del terrorismo "recuperen la ilusión" y otro para "enseñar al mundo a ser feliz".

"Mi cara dio la vuelta al mundo y así me convertí en alguien `con voz` en España, e incluso en otros países. Aunque esto ha supuesto algún que otro inconveniente en mi vida, y dado que no podía hacer nada por evitarlo, decidí utilizarlo para contagiar al mundo de alegría. Siempre he querido transmitir a las víctimas del terrorismo, un poquito de esa fuerza y de ese optimismo que tanto a mi madre como a mí, nos salvaron de una vida desgraciada", escribió en su web.

Irene llegó el miércoles pasado a Rivera a buscar la pierna ortopédica que le fabricó Enrique Ostrovsky. Las confecciona con fibra de carbono y por eso son más livianas que las tradicionales. "Una de las piernas la fui a buscar a Suecia. Allí me alargaron el fémur con un clavo de metal", contó a El País. Esa operación fue en 2006. En ese entonces, puso una sola condición para que una periodista de "El Mundo" la acompañara en exclusiva: "No escribas nada que dé pena". Ahora, sigue manteniendo la misma postura, al ser consultada por El País.

-¿Hay algo que te moleste?

-Sí, que digan `pobrecita`, que se compadezcan de mi situación.

Hablar con Irene entusiasma. Contagia alegría y buen humor. Está enamorada de la vida y se le nota. Una y otra vez agradece a aquellos que le dieron fuerza, desde los famosos hasta los anónimos.

En Rivera, contó, Ostrovsky le confeccionó una pierna derecha que calza con el muñón que tiene debajo de la rodilla. La pierna izquierda la perdió por completo. Allí tiene un muñón debajo de la ingle.

"Un familiar del novio de Irene, que vive en Argentina, se enteró de mí por `El País`. Les pasó el dato, ingresaron en Internet y con la repercusión que me dio la nota y el gol de Darío Silva me contactaron", señaló Ostrovsky a El País.

Tras dos llamadas telefóni-cas, el primer contacto fue hace un mes en Montevideo, donde Ostrovsky le tomó el molde. "El mes que viene voy a ir a España y ahí voy a tomarle el molde para hacerle la otra pierna. También voy a tomar las medidas para confeccionar una prótesis a su madre. Después, ellas volverán a Rivera a buscarlas", señaló el especialista.

La madre de Irene, María Jesús González, perdió la pierna y el brazo derecho en el mismo atentado.

DOS CAMINOS. La mañana del 17 de octubre de 1991 Irene le preguntó a su madre si ellas podían ser objetivo de ETA. "Nosotros no somos nadie, no somos importantes", le contestó, según un artículo de Nieves Herrero en "El Mundo".

Minutos después, el coche de su madre, quien trabajaba en una comisaría y la llevaba camino al colegio, explotaba en pleno centro de Madrid. ETA había colocado una bomba. Irene cree que se equivocaron de auto: su madre era entonces una policía sin trascendencia y su padre taxista.

ETA atacó tres veces en pocas horas. Y eso fue clave para que Irene se salvara, sostuvo. "A raíz de los múltiples atentados las ambulancias estaban cerca y llegaron prontamente", recordó a El País.

Llegó muerta al hospital, no respondía a los electroshocks. "Tuve cuatro paradas cardíacas. Mi padre les pidió a los médicos que no me salvaran. Pensó que no podría vivir sin piernas, sin dedos y con la cara destrozada. Mi padre no apostó por mí, creyó que iba a ser una desgraciada… Menos mal que los médicos me salvaron. ¡Menos mal! Me habría perdido un montón de cosas, también habría perdido a mis padres, a mi hermana… Yo sentí que España entera estaba a mi lado como diciendo: `¡Sobrevive!`", contó en la nota de "El Mundo".

Hasta ese momento Irene no sabía qué era ETA, a quien define hoy como "un grupo mecánico y asesino".

Cuando logró reencontrarse con su madre tras la hospitalización de ambas, ella le dijo que tenían dos opciones: "Vivir amargadas, sufriendo, maldiciendo a quienes habían hecho aquello y encerrarnos a llorar" o "mirar hacia adelante y luchar con valor y optimismo por recuperar nuestras vidas". Claramente, optaron por la segunda.

Para eso, cuenta Irene en su libro SOS Víctima del terrorismo, hace falta quererse "un poquito". No consentir que "unos fanáticos", además de robarle las piernas le quitaran la alegría. "Ni siquiera toleré que el atentado cambiara mi vida, y mucho menos mi forma de ser. No creo que unos terroristas se merezcan mi sosiego y felicidad. No iban a convertirse de pronto en dueños de mi vida, robándome todos los sueños; simplemente porque no tenían derecho y yo no les iba a conceder ese privilegio", relata en la publicación.

"LA VOZ". Irene es periodista, estudio Comunicación Audiovisual, Humanidades y Psicología. Disfruta colaborando con ONG "de ayuda a los más necesitados y defendiendo a quienes ven su dignidad pisoteada o sufren la falta de libertad".

Vivió en varios países, entre ellos Inglaterra, Argentina y Mexico, pero sintió que volvió a nacer en Suecia, cuando se sometió a la oseointegración, el procedimiento por el que le introdujeron un tornillo de titanio en su fémur, que sirviera como anclaje de la prótesis. Eso implicó un cambio sustancial: "¡Ahora puedo usar mi prótesis todo el día!", cuenta.

Irene se dio cuenta que sus opiniones tenían "una fuerte repercusión en los medios de comunicación". Supo entonces que tenía que ser la voz de quienes no la tenían "porque alguien se la había arrebatado de un balazo. Por eso siempre he hecho mi particular lucha contra el terrorismo desde un micrófono", explica en su web (www.ingridvilla.org).

Le consta que los terroristas la "odian". "Me he propuesto que mis opiniones sean duras contra los etarras, contra los intolerantes, porque ya que sobreviví, que mi vida sirva para algo. Son mentes cerradas con las que no cabe diálogo. Si han matado tienen que ir a la cárcel. Me dan igual sus causas y punto. Me dan igual sus causas o razones. No hay motivo para matar. Si han asesinado a alguien, que se olviden de ideas políticas y que se olviden de concesiones políticas. Si han matado, no tienen nada que pedir y no hay nada que concederles", dijo a "El Mundo".

Opina en medios de comunicación, tertulias, foros, universidades y seminarios. Y da conferencias y clases de valores. Habla de fortalezas humanas como integridad, amor, prudencia, humildad, gratitud, esperanza, sentido del humor, bondad, entusiasmo. "Es maravilloso comprobar el cambio que la psicología positiva provoca en las personas", sostiene.

Irene afirma que la vida que le tocó a ella y a los demás no es la que habría deseado. Cree que puede conseguir todo si hay esperanza y lo practica. Hasta ahora lo ha logrado. "Siempre hay dos opciones. Y, como yo, puedes elegir la del optimismo y la felicidad. Os aseguro que es la más ventajosa".

Diálogo, pero no después de una bomba

SIN ODIO "No albergan odio. Y si lo sienten, lo ocultan muy bien. Ni siquiera aborrecen a quienes pusieron la bomba en los bajos de su coche, cuyos nombres y caras aún desconocen. Irene cita a Gandhi -"ojo por ojo y el mundo se quedaría ciego"- cuando se le inquiere por el rencor. «¿De qué me sirve odiar?», pregunta ella.

Este mismo mensaje -"¿Para qué?"- intenta transmitirlo a los reclusos a los que da conferencias en las propias cárceles. En algunas, como en Soto del Real (Madrid), ha tenido algún roce con el entorno etarra.

-Vamos por aquí, que por allí hay familiares de ETA y pueden verte, le dijo el policía que la guiaba.

-¿Y qué pasa?, respondió ella.

-No, que a lo mejor te dicen algo.

-¿Pero qué me van a decir? ¡Qué narices, que se escondan ellos!"

SIN DIÁLOGO «Por supuesto que quiero que se acabe el terrorismo y si hay algo de qué hablar con esa parte de la población vasca nacionalista que no está a gusto con la situación actual, que se hable. Pero con ETA, no. ETA no tiene nada que decir, es una banda de asesinos. El diálogo es maravilloso, imprescindible, pero no después de haber puesto una bomba», se extiende.

PAZ Desde el atentado, Irene le añade a su firma el símbolo circular que representa la paz. Su mismo nombre, en griego, significa eso.

Más países van tras la ETA y sus socios

Este mes, uno de los hechos más importantes que volvió a poner a la Euskadi Ta Askatasuna en las noticias a nivel mundial, fue la comprobación de que las redes de contactos de la organización terrorista están dando capacitación a las FARC colombianas.

Desde entonces se habla de intentos de globalización de la lucha armada de parte de ambas organizaciones. En España dicen que Arturo Cubillas, un etarra que se desempeña como funcionario del gobierno venezolano, fue quien organizó los cursos. Hugo Chávez contestó condenando el terrorismo y atacando a España.

La polémica se retomó unos días después con la detención de Andoni Zengotitabengoa Fernández en Portugal. Con eso se reavivó la idea de una conexión entre ETA y Caracas, ya que el terrorista tenía un pasaje de avión hacia esa ciudad. La detección de un escondite en la localidad de Óbidos (Portugal) ha dejado como conclusión que el grupo ahora se mueve en Portugal.

Allí no hay tanta vigilancia como en Francia, donde el gobierno acaba de señalarlos oficialmente como un peligro para la seguridad nacional después de que uno de sus miembros matara a un policía francés el pasado 17 de marzo.

En Francia detuvieron hace unas semanas a Ibón Gogeascoechea, presunto líder del grupo y vinculado a un fallido atentado con 12 bombas al museo Guggenheim en 1997.

Se habla de "etapa final" de ETA, aunque sus miembros siguen siendo buscados en varios países.

Ayer, el director general de la Policía Nacional francesa, Fréderic Péchenard, reconoció el error del video de un supermercado, que fue difundido por las autoridades galas, en el que supuestamente aparecían cinco terroristas que estarían vinculados al crimen. Eran, en realidad, cinco bomberos catalanes que se encontraban de vacaciones.

Invento: la PRÓTESIS flexible

Enrique Ostrovski se dedicaba a fabricar paragolpes y otros accesorios en fibra de vidrio, hasta que en el año 2003 un amigo le pidió que probara hacer una prótesis para un hombre de bajos recursos que no podía pagarse una.

Después de asesorarse y realizar varios prototipos, comenzó a fabricar piernas ortopédicas que cuentan con un dispositivo hidráulico que las hacen flexibles. Esto permite que se flexione con el impulso del cuerpo, a diferencia de las convencionales, cuya articulación es recta.

Ostrovski adquirió más relevancia nacional e internacional cuando asistió al futbolista Darío Silva.

El riverense también estuvo vinculado al caso de la niña salteña Blanca Filippini, quien sufrió varias amputaciones.