Quemar leña contamina más que vehículos e industrias en Uruguay

S. AUYANET Y J. LYONNET

Aunque el transporte es habitualmente "el malo de la película" en los temas de contaminación atmosférica, en Uruguay la quema de leña para calefacción en hogares supera largamente a este sector en cuanto a emisión de partículas.

El primer inventario de emisiones a la atmósfera del Uruguay "permite tener una idea global de cómo son las emisiones atmosféricas en diferentes lugares del país, incluso identificar los orígenes o procesos a los cuales están asociados esas emisiones más significativas", indicó José Cataldo, coordinador del proyecto por parte de la Facultad de Ingeniería, en diálogo con El País.

El trabajo fue realizado junto a la Dirección Nacional de Medio Ambiente y sus resultados fueron divulgados en el último número de la revista Enlaces, que edita la Fundación Ricaldoni de la Facultad de Ingeniería.

Los resultados obtenidos "dan una imagen más global, a escala del país, a lo que puede ser por ejemplo una política energética que plantee la reducción de emisiones de ciertos contaminantes. Así tiene que ser interpretada la herramienta", indicó Cataldo.

Algunos de los resultados llamaron la atención de los investigadores: "nadie esperaba que las fuentes domésticas fueran prioritarias en tres de los cinco contaminantes estudiados", dijo a Enlaces la jefa del Departamento de Ingeniería Ambiental de la Facultad de Ingeniería, Elizabeth González.

Esos tres contaminantes son: las partículas en general (59% de origen doméstico), el monóxido de carbono (61% de las emisiones del país provienen de los hogares) y los compuestos orgánicos volátiles (80% de origen domiciliario de acuerdo al inventario).

"La calefacción domiciliaria o la combustión de madera para la calefacción y cocción sería la responsable de esa alta proporción de los aportes totales de partículas contaminantes en el territorio nacional", afirmó Cataldo.

Además, contrariamente a las presunciones o estimaciones habituales, las tres cuartas partes de estas emisiones se generan en el interior del país.

Los otros dos contaminantes relevados, y de los cuales se develó el origen, fueron el óxido de nitrógeno y el óxido de azufre. En el caso del óxido de nitrógeno, el 60% tiene origen en la combustión generada por los motores de los vehículos y el 23% por las industrias y los procesos de generación de energía. El 77% del óxido de azufre que se libera a la atmósfera en Uruguay procede de las industrias y la generación de energía, y el 12% de los vehículos.

Cataldo, profesor titular del Instituto de Mecánica de Fluidos e Ingeniería Ambiental (Imfia) afirma que "en otros contaminantes como el dióxido de azufre, o de nitrógeno, las emisiones domiciliarias no son para nada significativas, sino más bien marginales"

El climatólogo Raúl Viñas explicó a El País que "un día en que hace mucho frío, las estufas lanzan un montón de partículas. El tema es que tienen un efecto doble. Por un lado reciben radiación y se calientan, pero por otro lado, dependiendo de como se ubiquen, pueden ayudar a enfriar porque bloquean. En el caso del transporte, lo que sale no bloquea, retiene radiación y genera calentamiento. Cada litro de nafta que se consume saca cinco kilos de anhídrido carbónico, uno de los principales contaminantes, al aire. Es un disparate. Igual si nos comparamos con una central a carbón no somos nada. Una central de carbón emana 2.700.000 toneladas de anhídrido carbónico al año".

LA INFORMACIÓN. El resultado "más significativo" del estudio es "disponer de la información", sostuvo Cataldo. "Esto puede ayudar para estudiar, por ejemplo, la conveniencia de instalar una planta de energía en un punto u otro del territorio".

Por otra parte, afirmó que en Uruguay "no existen eventos en los cuales se superen los umbrales ecológicos salvo ocasiones muy puntuales que la Dinama ha empezado a encarar con seriedad. Salvo estas ocasiones puntuales y muy localizadas, Uruguay tiene patrones ambientales muy buenos o excelentes, según los criterios que se utilizan internacionalmente para evaluar la calidad del aire".

El coordinador del estudio por Ingeniería indicó que "algunos resultados fueron esperados y otros inesperados" y expresó que la idea "es mejorar las ideas para la prevención, por ejemplo en cuanto a los cambios de matriz energética".

"Este inventario", apuntó, "no da la información para concluir que hay que taparle las chimeneas a un vecino. Sí puede pasar como lo que se hizo en Argentina, donde se prohibieron los incineradores hace unos años y bajaron sensiblemente los niveles de emisión. Esto podría servir para señalar alternativas a la calefacción por combustión, por ejemplo".

Saber más sobre el Aire Local

El inventario de emisiones a la atmósfera es un estudio que vinculó a la Facultad de Ingeniería de la UDELAR y a la Dirección Nacional de Medio Ambiente y es, según señaló a la publicación Enlaces el coordinador José Cataldo, "una primera fotografía, más o menos perfecta, de la realidad de las emisiones del país".

Los encargados del proyecto señalaron que los organismos internacionales estaban requiriendo para Uruguay un inventario para avanzar en la gestión de la calidad del aire.

Se trata de un modelo matemático de dispersión de contaminantes, una herramienta que permite predecir los lugares donde estarán los máximos de concentración.

El modelo tiene en cuenta las condiciones climáticas, la cantidad de residencias y las vías de tránsito importantes que existen en diferentes zonas del país.

Concentración "no es nociva"

"El transporte, una actividad que se reconoce como un potente emisor, utiliza combustibles fósiles, por tanto las emisiones están asociadas a lo que pasa cuando se quema un combustible de ese tipo. Como el rendimiento de un motor es eficiente, la cantidad de monóxido de carbono que genera es pequeña, pero aparecen dos emisiones importantes: los óxidos de nitrógeno y los de azufre, que generan distintos tipos de problemas en la población o en el suelo", explicó el ingeniero José Cataldo.

La leña es la fuente de energía más usada para calefacción en Uruguay. Su combustión en "salamandras, estufas y hasta calderas, no es tan eficiente", indicó Cataldo. Por eso el gran volumen de partículas, en particular de monóxido de carbono.

"¿Puede tener problemas nocivos para la salud? A partir del inventario eso no se puede concluir. Hay que determinar qué tan importante es esa cantidad y si habría que reducirla. A primera impresión diría que no es así. Teniendo la experiencia de vivir en otros lugares, usted puede estar en una ciudad y ver cuántas partículas hay en el aire con sólo pasar un dedo por alguna superficie. Nunca se ha medido que en Uruguay haya una concentración tal de partículas que sea nocivo para la salud humana".

Abril más cálido del mundo en 130 años

Según un artículo publicado por la National Oceanic and Athmospheric Administration (NOAA), la temperatura combinada del suelo y la superficie oceánica fue la más calurosa desde que la agencia realiza mediciones (año 1880).

Sumado a eso, la temperatura promedio de la superficie oceánica para el mes pasado fue la más alta para un mes de abril, y la superficie terrestre fue la tercera más calurosa. Los aumentos más altos se registraron en el círculo polar Ártico, en Australia y en algunas regiones del norte africano y Asia.

"La repercusión más importante para nuestro país es que vuelve a tomar actualidad el llamamiento que se hizo desde presidencia en la administración anterior acerca de los recaudos sobre las políticas de cambio climático, la cual fue unánime", expresó el doctor en climatología Mario Caffera.

Sin embargo, Uruguay es uno de los pocos puntos del planeta en los que la situación en abril se registró como entre normal y de medio grado por encima del promedio. "En otros abriles hemos tenido anomalías de más de un grado. O sea que lo que sucede en Uruguay no es representativo de lo que pasa a escala mundial aunque estuvo algo por arriba en buena parte del territorio", destacó Caffera.

A propósito de la tendencia mundial, el climatólogo señaló que para que este tipo de fenómenos formen parte de una tendencia que genere preocupación real tiene que sostenerse en el tiempo. "Una golondrina no hace verano. Lo que pase en un año en particular no es indicativo de un año climático. Si no, podríamos decir que el año 2007, que fue excesivamente frío, estaría marcando un enfriamiento, lo cual no es así".

Raúl Viñas, máster en climatología, advirtió que si bien Uruguay es uno de los pocos puntos del mapa en el que ese crecimiento de la temperatura se mantuvo por debajo de la media del siglo pasado, "estamos haciendo esfuerzos por ponernos a tiro de la tendencia mundial y tener un buen calentamiento. Las recientes declaraciones del presidente Mujica acerca de la intención de colocar plantas a carbón van a ayudar a que colaboremos. No vamos a generar con biomasa ni vamos a combi- nar biomasa con energía eólica que ya tenemos autóctona. Con la generación a carbón -que además se compra afuera- vamos a ayudar a calentar mucho más", ironizó.