RENZO ROSSELLO
El caso Natalia Martínez no está cerrado, aunque su principal responsable ya esté en prisión. La posibilidad de que se trate de un crimen con pluriparticipación es el escenario que se abre ahora. El estudio de ADN tendrá la última palabra en la materia.
Restos de piel extraídos de las uñas de la joven muerta el 19 de enero de 2007 son aún la clave del caso. Si bien la confesión de Rodrigo B.B. (25) nunca hizo mención a terceros, los investigadores del caso tienen la convicción de que, al menos, había más personas que sabían.
Mientras la defensa del joven ahora encarcelado en Colonia se apresta a dar su batalla legal, el juez penal Gabriel Ohanián se dispone a ampliar la indagatoria. El magistrado confirmó a El País que en los próximos días solicitará más diligencias, aunque declinó revelar cuáles. Tampoco quiso mencionar la posibilidad de reindagar a los amigos de Rodrigo B.B., aunque no lo descartó.
Lo cierto es que fuentes de la investigación confirmaron a El País que en los próximos días se comenzará a trabajar sobre exámenes de ADN. En primer lugar, señalaron las fuentes, se le tomarán muestras al acusado y luego también a los dos amigos de éste que fueron indagados ya sobre la última etapa de la investigación.
En el círculo más cercano, cabe recordarlo, Rodrigo B.B. fue indagado junto al joven M.S., quien había mantenido una relación más estrecha con Natalia Martínez, y D.CH., un amigo muy cercano de ambos que también fue citado a la Dirección de Investigaciones fernandina la semana pasada.
El análisis de la lista de contactos en el chat de Natalia Martínez, como se informara oportunamente, condujo hasta este grupo de allegados a la joven. Sin embargo, de no haber sido por un comentario formulado por Rodrigo B.B. a su amigo mientras esperaban a ser interrogados por primera vez, las sospechas nunca habrían recaído sobre él. Hasta entonces los investigadores se inclinaban más por sospechar de M.S., quien había tenido una relación más íntima con Natalia.
Las nuevas derivaciones del caso dimensionan su grado de complejidad. A ello apuntó incluso el jefe de Policía de Maldonado, Juan Daniel Balbis, cuando fue consultado por El País en torno al mismo. "La Policía ya hizo su trabajo y el caso ahora está enteramente en manos de la Justicia, no nos corresponde hacer comentarios sobre detalles de la investigación que todavía se están trabajando", se excusó Balbis.
No obstante, las fuentes del caso que solicitaron reserva al ser consultadas, reconocieron que todo se encamina ahora a saber si hubo o no más personas involucradas. De hecho, aunque Rodrigo B.B. esté encarcelado la investigación aún no pudo determinar qué ocurrió a bordo de su automóvil.
La versión de lo que ocurrió allí, central para conocer toda la verdad del caso, fue prácticamente desestimada por el juez Ohanián en su fallo.
Rodrigo B.B. dijo que luego de invitar a subir a Natalia a su coche Chevrolet Corsa, el auto de color bordó que algunos testigos dijeron haber visto, condujo hasta otro boliche ubicado sobre la rambla, Vértigo. Y que una vez allí intentó intimar con la joven, pero recibió un rechazo rotundo, a lo que siguió un ataque de asma que poco después le provocó convulsiones y más tarde la muerte.
Para formarse una idea más acabada el juez convocó a uno de los médicos forenses que participó de la autopsia. El médico fue categórico al explicar las consecuencias de una crisis asmática: "No es una muerte inmediata, tiene un proceso de bronco espasmo previo, lleva minutos u horas, no es un proceso inmediato y cada vez es menos frecuente, si es un asmático medicado".
De hecho, el abogado de la familia de Natalia, Ignacio Berti, confirmó a El País que la joven no padecía esta afección.
Por otra parte, los investigadores policiales que actuaron desde el principio en el caso y que, entre otras cosas, estuvieron en el hallazgo del cuerpo señalaron que no presentaba signos de violencia sexual. Sin embargo, no se descartó algún tipo de violencia física, ya que la joven conservaba restos de piel bajo las uñas.
Ahora estos restos se vuelven más relevantes cuando la investigación procura establecer si Rodrigo B.B. actuó solo en ese momento, o aún poco después cuando se desvió hacia Laguna del Sauce para deshacerse del cuerpo y enterrarlo en un monte poco transitado.
la defensa. El abogado Pablo Piacenti representó a Rodrigo B.B. hasta su procesamiento. Allegados al bufete señalaron que se sumará a la defensa el reconocido abogado penalista Jorge Barrera.
Ambos abogados se reunieron ayer con la familia del joven encarcelado por homicidio y discutieron los futuros pasos a seguir. Según se indicó a El País los dos representantes legales comenzarán por leer las 2.300 fojas del expediente antes de resolver qué estrategia adoptarán durante el juicio. Aunque en principio la familia era partidaria de apelar cuanto antes el fallo del juez Ohanián, los abogados recomendaron esta instancia de estudio antes de tomar una decisión.
Entre los múltiples aspectos que los defensores se aprestan a considerar está la posibilidad de estudiar la incapacidad del acusado en razón de cierto retardo mental que padecería el joven. En ese caso los abogados deberían solicitar opinión profesional para establecer si ese tipo de disfunción intelectual lo volvería inimputable ante la ley.
aliviado. Durante mucho tiempo fue el principal sospechoso del caso. Y ello se debió a que fue una de las últimas personas que fue vista en compañía de Natalia esa madrugada.
Leonardo Radakovich, señalado como "el librero de Piriápolis", comentó ayer su alivio al portal de noticias Montevideo Comm. El comerciante también cuestionó a los medios de prensa que lo señalaron como sospechoso, y recordó algunos detalles de esa noche, a la salida del boliche "La Rinconada", de Piriápolis.
"Me llama y me dice que no se quería ir con las amigas que estaba aburrida y yo le dije que venía con un amigo que recién había salido de licencia y que me iba a dormir", recordó de su encuentro con Natalia.
Radakovich recordaba que mientras la joven hablaba con él, miraba insistentemente al otro lado de la calle. Dijo que entonces supuso que allí habría algún conocido de la joven y sólo ahora, al conocer los resultados de la investigación, estuvo seguro de que se trataba de Rodrigo B.B.
"Esa charla con la gurisa pasó a las seis de la mañana. Y al mediodía me llama la hermana y me pregunta: ¿Leo, mi hermana está contigo? Y le digo: no qué va a estar conmigo", recordó Radakovich.
LISTA DE SOSPECHOSOS. Otra de las preguntas insistentes en torno al caso tiene que ver con la demora en llegar hasta el núcleo principal de sospechosos. ¿Por qué se demoró tanto en llegar?
Sobre este punto fue preguntado el propio juez Gabriel Ohanián. "Surge del expediente que la joven era reticente a vincularse con terceros. Yo no canonizo a nadie, pero esta es la verdad. De modo que la Policía apuntaba a personas que fueran del conocimiento de la víctima, porque sabían que Natalia no se iría del baile con un desconocido. Con este razonamiento se llegó al encausado, que la conocía", respondió el magistrado sobre este punto.
Los tres años de silencio
El crimen de Natalia Martínez Bengoa (19) permaneció impune más de tres años. Sólo el tesón de los investigadores policiales y del juez Gabriel Ohanián que tomó el caso al asumir varios meses después de registrado el hecho, condujo finalmente a su esclarecimiento. La detención de Rodrigo B.B., un joven que en el momento de la muerte tenía 22 años y que formaba parte del círculo de amistades de la joven puso definitivamente a los investigadores en la dirección correcta. El martes 8 de junio Rodrigo B.B. terminó por derrumbarse ante los oficiales, después de tres años de silencio. Al día siguiente y ya ante el juez amplió su confesión y durante la reconstrucción relató paso a paso lo que ocurrió aquella madrugada. Sin embargo, la versión del acusado -que atribuyó el deceso de Natalia a una crisis aguda de asma- fue desestimada por el magistrado. En cambio primó la tesis de la muerte por homicidio, basada en el dictamen médico forense.
"Esto debería dejarnos lecciones a todos"
MARCELO GALLARDO | El abogado del librero y sus dos amigos, Mario Spangenberg Bolívar, destacó la actuación de los tres jueces que tuvo el caso y dijo que todos, los medios de prensa incluidos, tenían lecciones que aprender.
"Ahora los medios de comunicación y la opinión pública saben que durante tres años estuvieron señalando a un inocente como responsable de estos hechos. El sufrimiento y la angustia de estos años, sólo puede sobrellevarse con la tranquilidad de conciencia", señaló el abogado, refiriéndose sobre todo al librero.
Spangenberg dijo que no tiene cuestionamientos para el accionar de la Policía en estos tres años. "Con los defectos y virtudes de todo ser humano, ellos siempre trataron de hacer su trabajo de la mejor manera, al igual que yo como defensor", señaló.
Y el abogado también se refirió a los medios de comunicación. "Un caso como éste debería plantearnos a todos muchas preguntas, entre ellos, a los medios de comunicación. Todos debemos aprender algo y creo que la prensa debería ser más prudente antes de señalar a una persona como responsable de un hecho tan terrible. Más de veinte portadas de diarios decían que un individuo era el responsable de un hecho, y al final, era inocente. Eso debería dejarnos lecciones a todos. Más allá de eso, hicieron su trabajo, con una cobertura del tema que no creo que tenga antecedentes en nuestro país", sostuvo.