Solo aceptable fue el comienzo del estadounidense Tiger Woods en la 92a. edición de la PGA Championship que se está disputando en Estados Unidos.
Woods, que necesita hacer gran torneo y que Phil Mickelson no termine entre los cuatro primeros para mantener el número uno del mundo, finalizó la primera jornada del último Grand Slam de la temporada con 71 golpes, uno apenas bajo el par de la cancha.
A pesar de haber estado entrenando mucho durante los días previos al debut y contratado a alguien en forma especial para mejorar el swing, el estadounidense todavía no vio los frutos.
Si bien comenzó con el pie derecho la jornada con el pasar de los hoyos Woods, que arrancó su recorrido en el hoyo 9 y terminó en el 10, fue volviéndose cada vez más impreciso.
Ya con los primeros golpes el número uno anotó sus dos primeros "eagle" y se puso en la delantera con dos golpes bajo el par de la cancha.
Una arranque ideal que no pudo mantener en lo que siguió, si bien en el hoyo 13 volvió a anotar un "eagle".
Los problemas llegaron cuando en el hoyo 15 cometió el primer "bogey" y comenzó a alejarse de los líderes. Además llegó a estar en el par de la cancha, tras cometer otros tres "bogey" a falta de disputarse dos hoyos para completar el recorrido. Un "eagle" en el último hoyo lo salvó y lo deja menos complicado para las siguientes jornadas del torneo, donde buscará repuntar y acortar la diferencia.
Woods estaba 21°, lejos de su compatriota Bubba Watson y del italiano Francesco Molinari, líderes provisorios del torneo con 68 impactos, cuatro bajo el par.