DIEGO PÉREZ
- ¿Cómo está el grupo, antes de un juego importante?
- Bien, con la ilusión de pasar a la otra fase, aunque todos sabemos que será difícil.
- ¿Están tranquilos con el resultado de la ida?
- Tranquilos no, aunque sabemos que el equipo está bien y eso fortalece más allá del 1 a 0 conseguido en Guayaquil. Hay que valorar el haber ganando, el haberlo hecho en buena forma y el haber mantenido luego el buen nivel. Eso es lo que da cierto optimismo, pero tenemos mucho respeto por el rival. Vamos ganando, pero quedan 90 o 95 minutos y hay que jugarlos.
- ¿Cómo está Antonio Pacheco? ¿Llega?
- Hoy está mejor que ayer y, seguramente, mañana estará mejor aún. Quedan algunas horas para el partido y, sin apresurarse mucho, yo soy optimista en tenerlo.
- ¿Está definido el resto?
- Sí, más o menos está. Será la base que viene jugando y dependerá de lo que pase en esta recta final con Antonio.
- ¿Cambiará la propuesta?
- Peñarol va a intentar jugar como lo ha hecho hasta ahora, tanto de local como de visita. Lo que ha cambiado es el lugar en el que se para en la cancha, pero la figura es la misma y la intención es la misma. No vamos a especular, porque estamos en casa, con nuestra gente que tanto empuja y no sólo queremos clasificar, queremos hacerlo ganando.
- ¿Preocupan los goles recibidos por juego aéreo?
- No es que preocupe o no preocupe. Que recibimos dos goles de córners y uno a partir de un tiro libre son situaciones que no podemos ocultar, pero son circunstancias que pasan. No es que a Peñarol le atacan con centros y todos terminan en goles. Sí tenemos que mejorar en algunas cosas que son evidentes. Pero mirá, yo te voy a contar una anécdota: allá por el año 90 dirigía un equipo (Bella Vista) y ese equipo hacía muchos goles de pelota quieta porque trabajaba en eso, pero fundamentalmente porque tenía un buen pegador. Entonces, un equipo al que íbamos a enfrentar y que tenía como técnico a una persona que luego conocí bien y me lo contó, trabajó toda la semana en pelotas quietas. ¿Sabés cómo terminó el partido? Ganó mi equipo 2 a 0 con dos pelotas quietas, que cayeron en el lugar exacto en el que la defensa sabía que iban a ir. Son cosas que pasan en el fútbol. Hay que trabajar en muchas cosas, entre ellas en eso, pero tampoco creando una psicosis.
- ¿Le molestaron los cuestionamientos a los cambios que realizó ante Fénix?
- Mirá, para mí ni nos empataron por los cambios, ni le ganamos por los cambios a Miramar. Los entrenadores hacemos una variante intentando algo que tal vez no se termina dando. Uno tiene una lectura de los partidos que a veces no se traduce en lo que pasa luego en la cancha. Es parte del juego y hay que aceptarlo porque ese tipo de cosas se maneja mucho después, con el resultado visto.
- Con el diario del lunes, como se dice.
- Claro. Para mi gusto ante Fénix no hubo cambios "defensivos", pero seguramente si hacía entrar a un delantero y el partido terminaba igual empatado iban a decir "en vez de cerrar el partido, quiso hacer cuatro goles y le empataron". Por eso te puede doler algún comentario, pero es parte del juego.
Pelotas quietas. "Hay que trabajar en eso, pero tampoco creando una psicosis"