En una de las finales más desparejas de un Grand Slam de los últimos años, la belga Kim Clijsters defendió su título en el US Open al aplastar por 6-2, 6-1 a Vera Zvonareva.
"Jugó un gran partido, nunca me dio chance de meterme en el juego", reconoció la rusa.
Clijsters solamente necesitó 60 minutos para fulminar a su rival que se mostró visiblemente decepcionada por su actuación y terminó llorando tras el partido. La belga, que venía de una dura victoria en semifinales contra la estadounidense Venus Williams, donde le dio vuelta a un partido que iba perdiendo, estuvo dominante en su sexto encuentro en este US Open, para archivar su 22º victoria al hilo en New York.
La paridad en la final duró cinco games hasta que la belga demostró tener un cambio más, arrasando en las siete mangas siguientes, del 2-2 a un 6-2, 3-0 a favor.
Zvoraneva se recompuso momentáneamente para ponerse 1-3 y lograr una posibilidad de quiebre que no supo aprovechar.
"Es duro para ella, pero a mí me tomó seis o siete finales conseguir una. Un poquito de experiencia definitivamente ayuda", declaró la tenista belga en la pista.
Clijsters, de 27 años, se convirtió así en la primera mujer en defender su título con éxito en el Abierto estadounidense desde que Venus Williams lo lograse en 2001.