MARCELA DOBAL
Los analistas descartan que las acciones de Brasil para evitar que su moneda siga apreciándose tengan efecto relevante en ese país y sobre el tipo de cambio en Uruguay. El dólar fijó ayer un mínimo desde que Economía explícito su valor "de equilibrio".
El ministro brasileño de Economía, Guido Mantega, anunció el miércoles que en un mes se tomarán medidas para contener la suba del real, sin especificar cuáles serán.
Analistas locales consultados por El País creen que Brasil tiene pocas herramientas para revertir la apreciación de su moneda y que, por tanto, el peso uruguayo -que suele seguir la variación del real- tampoco abandonará su tendencia alcista frente al dólar. Ayer la moneda estadounidense bajó en ambos mercados.
En la plaza local, el dólar siguió cayendo frente al peso y ayer promedió $ 20,509 (ver aparte), el menor nivel desde el 10 de junio cuando se operó a un promedio de $ 20,06.
Aquel día el subsecretario de Economía, Pedro Buonomo, dijo a El País que se tomarían "las acciones necesarias para llevar" al dólar a lo que entiende es su valor de "equilibrio" de entre $ 21 y $ 22. Esas declaraciones fueron publicadas el 11 de junio, fecha en la que el dólar dio un salto de 3,56% a $ 20,774. Con la cotización de ayer se diluyó todo el efecto al alza generado con los anuncios.
En Brasil sucedió algo similar pero solo en un día. El miércoles, tras los anuncios de Mantega, el dólar subió 1,11% frente al real pero ayer redujo su valor en 0,64% hasta ubicarse en 1,716 reales.
"Salvo que Mantega anuncie algo realmente original y revolucionario, mantener el tipo de cambio en Uruguay requerirá un esfuerzo adicional por parte del gobierno, porque el mercado sigue presionando a la baja", dijo Alfonso Capurro, analista de CPA/Ferrere.
Indicó que las instancias en que Brasil tomó medidas con ese fin -por ejemplo con la aplicación de un impuesto a los capitales de corto plazo- no se logró frenar más que en forma muy transitoria la apreciación del real. Por tanto, dijo que "la única forma" de contener la apreciación de las monedas de Brasil y Uruguay frente al dólar -de forma sostenida y creíble- "es generar un superávit fiscal que permita `comprar` el exceso de capitales que ingresan a la economía".
El economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte, coincidió en que las medidas que puede tomar el gobierno brasileño "sólo tendrían un efecto transitorio sobre las paridades cambiarias".
Consideró que los bancos centrales de la región "navegan con viento en contra" cuando intentan contener el valor de sus monedas, debido a que la presión de apreciación es persistente por el ingreso de inversión extranjera directa, el dinamismo exportador por altos precios de los commodities y las bajas tasas de interés en el mundo desarrollado.
En tanto, Ramón Pampín, analista de PricewaterhouseCoopers, dijo que desde que el gobierno uruguayo comenzó a eliminar factores espurios que presionaban a la baja el tipo de cambio, el peso uruguayo se distancia del real (reduciendo más su precio frente al dólar).
Por eso, Pampín dijo que si el gobierno del vecino país sigue el mismo camino, "seguramente pueda elevar la cotización del tipo de cambio en Brasil", aunque descartó que eso tenga un efecto significativo en el valor del peso uruguayo.
Rosselli dijo que mantiene su proyección de que "en Uruguay el dólar podría bajar algo más en los próximos meses".
Capurro sostuvo que "hay buenas razones para pensar que el tipo de cambio de `equilibrio` es algo menor al anunciado tres meses atrás".
El mayor retroceso diario en un mes
El dólar tuvo ayer la mayor caída diaria desde el 4 de agosto, al retroceder un 0,44%, y pese a las fuertes compras tanto del Banco República como del Banco Central. De los US$ 27,10 millones transados por Bevsa, US$ 10 millones fueron compras del BCU y la mayoría de los restantes correspondieron a adquisiciones del BROU. El dólar interbancario fondo se operó al menor nivel desde el 10 de junio, $ 20,509, con lo que acumula una depreciación de 1,38% en septiembre y redujo el ascenso del año hasta el 4,49%. Además, el República redujo cinco centésimos la cotización al público a $ 20,30 la punta compradora y $ 20,80 la punta vendedora.