SILVIA PÉREZ
Carrasco no estuvo en la cancha, pero fue el primero en llegar y el último en irse. Además, vivió intensamente su primer partido al frente de Nacional.
Llegó al Centenario a las 15:15 horas. Dos o tres minutos antes que sus jugadores. Y se metió en el vestuario. Salió recién cuando ellos se fueron hacia el campo de juego. Tras saludar al "Ronco" López, JR se encaminó hacia uno de los palcos vip, el destinado al equipo visitante. Estuvo a punto de tomar el ascensor, pero se arrepintió y subió atléticamente la escalera.
Vio el partido rodeado de sus colaboradores y algunos dirigentes, entre los que se encontraban el propio presidente Ricardo Alarcón y el vice Héctor Olmos. JR se sentó flanqueado por el gerente deportivo Daniel Enríquez y su ayudante, Omar Garate.
El primer comentario del técnico fue con Garate cuando Mauricio Pereyra perdió una pelota. Mirabaje perdió la posibilidad de abrir el marcador y todos lo comentaron, menos Carrasco que ni se inmutó. Unos minutos más tarde su equipo tuvo otra chance y allí el entrenador le hizo un comentario a Enríquez señalando hacia la cancha. Ante otra posibilidad malograda, se tiró hacia atrás en su silla y se pasó la mano por el rostro.
Cóccaro anotó para Racing y JR se rascó la cabeza. Luego miró la repetición en la tele. Y enseguida clavó la mirada en la tribuna Colombes donde la hinchada tricolor alentaba a los suyos tras el gol.
"¡Porompompon, porompompon, hoy nos cog... a Juan Ramón!", le dedicó la hinchada de Racing en la tribuna América. Pero él tras el vidrio del palco ni se enteró.
Había anunciado, que según fuera el trámite del primer tiempo bajaría al vestuario. Y lo hizo. Esta vez tomó el ascensor para bajar. Y se escabulló por un pasadizo que hay detrás de la confitería del palco y que da a la escalera que baja al vestuario visitante que ayer ocupó Nacional. La gente que trabaja en la confitería había sido avisada de que el nuevo técnico tricolor y sus colaboradores iban a pasar por allí. Pero nadie se sorprendió. "El contador Damiani siempre pasaba por acá para ir al vestuario", confió uno de los empleados. Al regresar, JR utilizó el mismo camino. Subió la escalera hacia el palco con una botellita de agua en la mano.
Sonrió con el empate del "Morro" que Contreras atajó adentro. Miró la repetición y le comentó algo a Garate.
Se comunicó tres veces con Bueno, sólo para los cambios.
Llegó el segundo gol de Racing y todos los que estaban en el palco se dieron vuelta para mirar la reacción de Carrasco. Pero no la hubo.
Contreras salvó una vez más su arco, y el técnico se inclinó hacia adelante. Al final llegó el gol del empate del "Morro". Todos se pararon a festejarlo, menos JR.
Tras el vidrio
El nuevo técnico de Nacional en el palco del visitante del estadio Centenario. Vio el partido rodeado de sus colaboradores y con el gerente Daniel Enríquez de un lado y su ayudante Omar Garate del otro.
El pasadizo de Damiani
Para ir al vestuario en el entretiempo Carrasco pasó por detrás de la confitería del palco. Los empleados habían sido avisados de que el DT pasaría por allí. Era un camino que usaba siempre el contador Damiani.
Padre e hijo muy serios en el palco vip
Carrasco por dos. Juan Ramón adelante y Juan Carlos atrás. Los dos atentos a lo que sucedía en la cancha. Ramona, la mamá de JR, vio el partido desde la platea y estaba tan feliz como su hijo por el sueño cumplido.
Penal y sorbo de agua
Iban pocos minutos del segundo tiempo. Cobraron penal para Nacional y antes de que el "Morro" lo convirtiera en gol, Carrasco se refrescó tomando un sorbo de agua. Luego miró la repetición y le comentó algo a Garate.
La salida y los amigos
Tras el partido Carrasco volvió al vestuario y alentó a los jugadores. Se quedó un rato con el profe Marchetti programando la semana y fue el último en salir. Afuera lo esperaban sus amigos de Sarandí, los que nunca fallan.
La cifra
3 Veces se comunicó Carrasco con Gustavo Bueno por celular. Sólo para hacer los tres cambios.