Los botijas están dolidos

EDWARD PIÑÓN/DANIEL ROSA

Maximiliano Calzada y Mauricio Pereyra están muy afectados por la situación que viven. Nacional decidió separarlos del plantel por no haber firmado la renovación de sus contratos y ahora entrenan en Los Céspedes pero lejos de sus compañeros y bajo las órdenes de un preparador físico que les puso el club.

Los futbolistas no quieren hablar públicamente y la empresa Pro Fútbol tampoco, porque entienden que en estos momentos es sufrir una sobreexposición. No obstante, desde el entorno de los jugadores aseguran que el mayor dolor que tienen los jóvenes es que el club no valoró el gesto que tuvieron ellos en su momento, cuando llegó la oferta de Parma.

Calzada y Pereyra, enterados del interés del conjunto italiano, solicitaron a sus empresarios que en las negociaciones incluyeran una solicitud a Parma de que los dejaran por lo menos seis meses como agradecimiento a Nacional y porque querían irse campeones. Pro Fútbol les cumplió, hizo el pedido, Parma accedió porque no estaban en sus planes para esta temporada e incluso se hacía cargo de los sueldos de ambos futbolistas. Sin embargo, ya las primeras declaraciones del presidente Ricardo Alarcón no cayeron bien en Pro Fútbol, pues el titular tricolor dijo en ese momento que si eran vendidos Nacional no quería que se quedaran, sino que se fueran inmediatamente para potenciar a otros juveniles.

Luego, Nacional aceptó que podían quedarse, pero exigió como condición que se pusiera por escrito que Parma se hacía cargo de los sueldos. Como el club italiano rechazó la contraoferta global que hicieron los tricolores, todo quedó en nada.

Finalmente, los jugadores fueron intimados a que el viernes 15 firmaran la renovación, lo cual no hicieron, y Nacional tomó la decisión de dejarlos al margen del plantel principal a fin de no seguir cotizándolos si a fin de año van a quedar libres y se irán sin dejarle beneficios directos al club.

Más molestia. No cayó nada bien tampoco en Pro Fútbol que Nacional publicara ayer en su página web oficial fotografías de las pancartas que se colgaron en el Parque Central por parte de los aficionados fustigando la actitud de los futbolistas. Los empresarios entienden que eso no aporta al buen clima que debe haber para proseguir el diálogo, porque insisten en que su intención es que los jugadores renueven. Según confiaron a Ovación, "desde Europa nos llaman para preguntar si quedan libres y nosotros les decimos que no, porque de verdad queremos que arreglen con Nacional".

Paolo Montero y Gustavo Méndez están en Montevideo, pero no han tenido contactos con Nacional.

Si no hay reacción, estalla todo

La dirigencia de Nacional aguarda que se produzca una reacción de Pro Fútbol o de los jugadores Calzada y Pereyra para poder llegar a una solución.

La directiva está atenta a los nuevos pasos que darán las otras partes, pero también ya analiza los pasos para adoptar en el futuro en caso de persistir o empeorar la situación. Una fuente del club consignó a Ovación que "hasta ahora no ha habido bombazos, pero son muchos los que están en carpeta para el caso de que los jugadores se marchen en condición de libres".

Según el vocero, es un hecho que se desatará una "guerra" y que las medidas de Nacional serán "más fuertes". "Ellos persiguen un tema económico, porque llevarse a los jugadores como libres les reportará el dinero que debía ingresar al club. Para Nacional es un tema de principios", dijo la fuente.