Esteban Lazo
Se adueñó del último Derby montando a Escolaso y ahora se ilusiona con Giddy, con el que acaba de ganar el clásico Carlos Reyles.
PABLO NÚÑEZ
-¿Lo sorprendió la producción de Giddy en el Carlos Reyles?
-No, para nada. Siempre tuvimos un concepto bárbaro de él y la verdad es que esperaba que ganara como lo hizo.
-Pero pegaba un salto importante, ya que pasaba de correr 1.500 a 2.300 metros en tan sólo tres semanas.
-Sí, pero yo no le tenía miedo a esos 800 metros más porque hacía rato que el caballo estaba bien tendido.
-Siempre se habló de él como un potrillo de nivel clásico, sin embargo le costó despegar.
-Al principio tuvo unos problemitas de salud que le impidieron rendir como él puede. De todas formas nunca defraudó. Sin hacer lo que nosotros esperábamos, él corría bien igual. Además, fue madurando con el tiempo, incluso hasta ahora no es fácil de varear, al punto que todas las mañanas los agarradores me esperan después de cruzar el disco para que no se me dispare.
-Por haber sido su primera experiencia en un cotejo de fondo, de cara al futuro su victoria fue por demás auspiciosa.
-Sin dudas. Más allá de lo bien que ganó, también hay que destacar que pese a que vino encajonado durante toda la vuelta, se dejó correr sin problemas y no tuve que andar tironeándolo. Parecía un caballo acostumbrado a correr las largas.
-En el final dejó la sensación de que podría haber ganado por más distancia.
-Sí, ganó recontra bien. Si lo muevo un poco capaz que ganaba por un par de cuerpos más, pero tuve en cuenta que en 21 días se corre el Nacional, entonces me limité a acompañarlo.
-¿Qué espera de él para el Derby?
-Vamos a correr con expectativa, pero respetando a los rivales. Creo que Storm Duro y Flig Boy han demostrado que están un escalón por encima del resto. Pero la verdad, que en lo personal sería un sueño ganar otro Nacional.