DURAZNO | VÍCTOR RODRÍGUEZ
Un hombre de 27 años de edad mató a quemarropa con disparos de escopeta de grueso calibre al padre de su ex novia e intentó ultimar al comisario cuando fue apresado, luego de una persecución.
El violento y dramático episodio se desarrolló sobre la medianoche del lunes en la localidad de Blanquillo, ubicada 100 kilómetros al este de la ciudad de Durazno.
La gravedad de la situación obligó a que el propio Jefe de Policía de Durazno, inspector Juan José García, supervisara personalmente la investigación.
El drama caló hondo en la comunidad local y la situación pudo haber sido más trágica. Con un cuchillo el hombre también hirió en una mano, levemente, a la madre de su ex pareja. Y cuando estaba rodeado por la Policía, y tras varios minutos de forcejeos, el agresor intentó matar a sangre fría a uno de los policías: pero el gatillo se atascó.
Según la información policial, el hombre se encontraba en estado etílico al irrumpir en la casa de la joven con quien había mantenido una relación sentimental que él quería retomar y ella no.
Había llegado poco antes de la medianoche desde la localidad de La Paloma a la casa del complejo de Mevir en Blanquillo donde su ex novia vivía con sus padres. Sin mediar palabras entró. Iba armado con una escopeta de doble caño y tomó un cuchillo de la cocina.
Luego de una breve discusión gatilló la escopeta de doble caño y mató al jefe de hogar que salió en defensa de su hija, Elciro Ruben Gopar Pírez, de 76 años. La esposa de la víctima recibió una cuchilla que le causó una herida en una mano.
El agresor se retiró del lugar, llevándose por la fuerza a la hija de estos, según la información de la Jefatura de Policía.
Cuando pasaba por el cementerio se acercó a un automóvil que estaba detenido. Había una pareja. Hizo bajar al hombre y obligó a subir a la mujer que acababa de raptar. Así, con las dos mujeres de rehenes, intentó escapar por las rutas 42 y 43, consigna la Policía. Los uniformados habían sido alertados y el vehículo de la Seccional 6ª, a cargo del comisario titular, interceptó al prófugo a 15 kilómetros de Blanquillo. Usando a las dos mujeres como rehenes intentó abordar el móvil policial para continuar la fuga, forcejeando con los policías. Las dos mujeres pudieron arrojarse al piso, siguiendo las instrucciones de los uniformados.
Cuando intentaban inmovilizar al detenido éste pudo zafarse e intentó disparar contra el encargado de la comisaría, que lo estaba apresando, pero el arma no gatilló.
Ante el nuevo intento de disparar la escopeta, para poner fin a la situación, los policías abrieron fuego contra el hombre, hiriéndolo de varios disparos en el cuerpo, que no comprometieron órganos vitales.
Se encuentra hospitalizado bajo medidas de seguridad en el hospital Dr. Emilio Penza de la ciudad de Durazno.
Fuentes de la Policía comentaron a El País que se trató del hecho de sangre más conmovedor de los últimos tiempos en la localidad.
En el lugar se hicieron presentes integrantes del Comando de Jefatura, personal de Policía Técnica y médico forense, enterándose de las actuaciones.
La jueza dispuso que el agresor permanezca detenido a su disposición. Está fuera de peligro pero sigue internado.