Harvard desembarca en Punta del Este

PUNTA DEL ESTE | D. FRIEDMANN

"Es una maravilla de la comunidad harvardiana. Donde se pueden juntar, se juntan", dice Ernesto González Quattrini. El empresario peruano y ex alumno de la Escuela de Negocios de Harvard será anfitrión mañana de unos 50 egresados.

González Quattrini (42) es, ante todo, multifacético. Abogado, empresario, inversor, actor, productor de cine y de televisión, músico, deportista. "Si buscás un hilo conductor, creo que lo único que vas a encontrar es que estoy tratando siempre de hacer lo que quiero", comenta a El País en su flamante emprendimiento, Nuna, un restaurante de cocina peruana en La Barra.

Allí es donde mañana de noche se reunirán unos 50 "harvardianos", como se autodenominan. La iniciativa fue del suizo Stefan Eberhard, quien se comunicó con el uruguayo Francisco Ravecca. "Le dijo que no sabía si en Punta del Este había un Club de Harvard, pero que le parecía brutal que nos pudiéramos reunir todos quienes estén yendo para allí. Ahí Pancho le dijo que yo había abierto el restaurante, que nos podíamos juntar aquí. En ese momento éramos cuatro, hoy somos 44 y terminaremos siendo 50 o 60, de 15 países distintos", cuenta González Quattrini.

Haber estudiado en la Escuela de Negocios de Harvard da más que mística -"donde quiera que caigas en el mundo, te identificas y esta gente te tiende una mano, te recomienda, te mueve, etcétera"-.

Entre pisco sours y comida peruana, prevé que del encuentro de ese grupo "más que divertido" también puedan salir oportunidades de negocio. "Todos tienen un hilo conductor. De repente les divierte el tema del restaurante y hacemos un grupo inversor distinto para abrir restaurantes en Montevideo o Colonia", ejemplifica.

Dentro de la comunidad de Harvard, González Quattrini es reconocido por haber sido el primer latinoamericano en obtener el Dean`s Award, un galardón que premia los logros extraordinarios de estudiantes, con impacto en Harvard y también en otras comunidades.

-¿Cuál fue su aporte?

-Es un premio muy lindo porque reconoce la parte académica pero va más allá, es una nominación del alumnado. Yo era el presidente del Club de Latinoamericanos en la Universidad y organizamos lo que se llamó una "Expedición por la Educación".

La expedición fue un periplo en automóvil que comenzó en Boston y terminó en Río de Janeiro. En concreto, conjugaron el interés de empresas por tener a Harvard como sitio para reclutar personal con la necesidad de construir más escuelas en América Latina. Les ofrecieron a las firmas más oportunidades si donaban dinero. Y así lograron construir 17 centros educativos.

PÉNDULO. González Quattrini dice que vive en un "péndulo perpetuo entre la vida corporativa y la vida extracorporativa, fundamentalmente los placeres audiovisuales".

En su lado "más soft" tiene dos productoras, una de televisión y una de cine que se activa por proyecto y que desarrolló cortos y largometrajes.

Actualmente, prepara junto al actor peruano Salvador del Solar una miniserie, La ley. "Los dos somos socios. Creamos la productora para hacer este producto que, esperemos, sea el primero que se coloca directamente en cable, que no estrena localmente en Perú", dice.

Quizás sea en esa serie que Ernesto vuelva a otra de sus facetas, la actuación -estudió en Nueva York con Phil Gushee y Joe Anania y es egresado del Taller de Formación Actoral de Roberto Angeles- que dejó atrás en 2007 en televisión y en 2005 en teatro.

Eso será posible tras haber dejado formalmente el trabajo corporativo, que le planteaba "ciertas incompatibilidades" con la actuación. El 31 de marzo de 2010 abandonó Interbank, donde estaba a cargo de las relaciones institucionales y del vínculo con inversionistas. "Ahí los astros se alinearon para crear Nuna", señala.

Y agrega: "Ahora estoy haciendo proyectos exclusivamente personales. Además del restaurante, acabo de comprar una participación en una compañía constructora en Perú, estoy con un proyecto inmobiliario de más de 500 casas y con la posibilidad, junto a un socio brasileño, de crear un fondo latinoamericano de inversión en empresas de tecnologías de la información".

DEFINITORIO. Punta del Este es, para González Quattrini, sitio de "cuestiones definitorias". La primera vez que visitó el balneario fue en 1986. Había ido a trabajar a un estudio jurídico en Buenos Aires y uno de los socios, su tío, le dijo que se merecía un descanso en Punta del Este "Con 18 años, un poquito de dinero en el bolsillo y una casa en San Rafael, terminó siendo un verano lindísimo", dice entre risas.

Más de una década después, en 1998, en un casamiento en la Posta del Cangrejo conoció a quien se convertiría en su esposa, la uruguaya Mercedes Cardoso. A su vez, el balneario, que define como ecléctico e internacional, fue el elegido para alojar esta temporada a su primer emprendimiento como inversor activo -"del que me hago cargo desde su concepción y superviso todo"-. Y también es el sitio donde la familia se retirará en un futuro: "Vengo con inversionistas más o menos fuertes por detrás. Mi idea es generar un portafolio de cosas por acá que justifiquen, para el deleite de mi mujer, que el retiro se acelere".

-¿Por qué un restaurante?

-En un lugar donde no sos necesariamente un insider, no creciste, no tenés las mismas relaciones que tenés en tu país de origen, lo lógico era entrar en un rubro donde como peruano yo tuviera una ventaja comparativa. La gastronomía peruana se diferencia por sí sola. Es una gastronomía que está muy de moda en Buenos Aires, Santiago, Bogotá, empezó a entrar en México, en Brasil, pero Uruguay está realmente intocado. Estoy en un sitio especial por mi relación tan larga con Uruguay. Me pareció un maridaje intuitivo y sencillo.

Para González Quattrini el auge de la gastronomía peruana le dio a su país más que visión hacia el exterior: ayudó a que el peruano recupere su autoestima y redescubra lo propio como algo valioso.

"De un tiempo a esta parte el peruano venía como muy de espaldas a lo suyo, mirando hacia afuera, y la gastronomía ha llegado a unir otra vez al peruano y a que redescubra todo lo bueno que tiene en casa", considera.

La propuesta de Nuna combina la fusión de la formación europea del chef Jaime Pesaque con la cocina peruana. El cocinero y buena parte del equipo vinieron especialmente de su país. Los platos son estilizados, con una presentación muy cuidada, dice.

A poco más de una semana de la apertura, el empresario se atreve a efectuar un primer balance de cómo es invertir en Uruguay. "Me ha resultado buena. Está el tema afectivo, por eso la inversión se hace con mucha mayor convicción. Todo lugar tiene sus pros y sus contras. A veces aquí es un poco complicado poder engarzar todas las piezas. Se trabaja a un ritmo muy propio".

- ¿Le resultó un poco lento?

- Es un poco lento, sí. Por eso es bueno arrancar desde antes, pero también se trabaja a gusto, porque el uruguayo es muy buen anfitrión. Es un sistema que podría caminar con mayor velocidad, mayor solvencia. Pareciera, quizás tenga que ver con el momento del año o de la temporada, que la mayoría de proveedores no tienen gran presión por competir. Piensas que o son monopólicos u oligopólicos en lo que hacen o tienen tal cantidad de trabajo que realmente no se sienten obligados a dar ningún nivel de servicio. Es como que tuvieran el trabajo regalado. Eso no lo sientes en otro lado. En Perú la cosa es muy dinámica.

El regreso a la música de la mano de la hija de la alcaldesa de Lima

Entre 1988 y 1990 Ernesto González Quattrini formó parte de Papaya Pop, un grupo que define como de jazz, blues y rock. "Se estaba haciendo conocido en Perú. Luego yo me fui a España, Pepe Barreto se radicó en Suiza y ahí se fue desbarrancando", recuerda.

Pero hace cinco semanas la historia cambió. González Quattrini recibió una llamada de Barreto. "Tenemos que hacer un concierto", le dijo. "No me siento en la batería hace 21 años, pero yo feliz de la vida", le respondió.

En esos 21 años González Quattrini había hecho algún intento por volver a tocar. El primero fue en Nueva York. Duró cinco minutos, hasta que dos de los representantes de la Junta de Propietarios de su edificio le dejaron claro que si tocaba ese instrumento debía vivir en otro lado. Embarcó su amada batería Ludwig y no tocó más.

"Ahora hicimos un concierto que fue muy bien, entonces nos generaron otra fecha. Había ido una fan de esas épocas, que nos ofreció trabajar el grupo en serio, quiere ser la manager. Y es una fan especialmente relevante", dice González Quattrini. Se trata de Soledad Piqueras Villarán, hija de Susana Villarán, quien asumirá como alcaldesa de Lima el 1° de enero. "Parece que vamos a entrar a grabar, vamos a soltar canciones en la radio, hacer conciertos y a telonear. Me divierte, me fascina. Mi mujer me vio ahora y me dijo: vos naciste para eso. No la batería, sino la música, porque yo canto. Si tu mejor amiga y peor crítica te dice eso hay que prestarle atención".

En sus palabras

Un balneario que lo atrapó en los `80

"Tuve un enamoramiento muy claro con Punta del Este, con la gente que venía, con lo ecléctico, lo internacional, lo estético".

La corporación y las "pasiones primarias"

"Si bien por el lado de estudios sí tengo una línea más bien tradicional, muy de nombre, siempre me he cuidado mucho de tratar de acomodar a las pasiones primarias en la ecuación".

Negocios sin importar dónde se resida

"Estoy intentando armar iniciativas que terminen haciendo indiferente donde estoy yo. Al final todo sea un avión, el avión me lo puedo tomar en Carrasco o en Lima, da igual".