Fui João un día y no me hablaban...

JORGE SAVIA

Mundial de México 86. Antes del partido con Escocia, Borrás hizo fiebre, guardó cama y el Prof. José L. Ayala, ayudante de campo, dirigió la práctica; y a la mañana siguiente "cayó" el colaborador del entrenador y Prof. Washington Guarino -preparador físico- fue solo con los jugadores a encabezar el trabajo diario.

En broma, un jugador preguntó: "¿Y ahora quién dirige?" La respuesta fue rápida: "Yo, soy el único que tiene título de entrenador", apunté, recordando el curso hecho en 1973 junto a Roberto Fleitas, Juan Joya y Roberto Matosas, con los que nos reuníamos en las casas de cada uno a estudiar como verdaderos liceales.

Después uno entró a notar que Alzamendi, con el que tenía una relación especial, porque lo había entrevistado jugando todavía en Durazno, y cuando llegó a Sud América vivió en Jacinto Vera a tres cuadras de casa, bajaba a desayunar, almorzar y cenar en el Hotel Del Rey de Toluca y no saludaba.

¿Qué había pasado? Borrás, desde la cama, ordenó cambios, sacó a Alzamendi y entre Francescoli, el "Tano" Gutiérrez y el "Chifle" Barrios -¡qué nenes!- se encargaron de hacer "entrar" a Antonio: "Te `peló` Savia".

Ahí me quedó claro que nunca sería el Joao Saldanha del fútbol uruguyo: en mi primera -y única- experiencia como técnico de alta competencia, a las 24 horas, ¡ya había jugadores que no me hablaban!