Apraham Yeladian (53) pasó de ser uno de los entrenadores más buscados, a un espectador más en las tribunas de las canchas chicas. Tras su seguidilla en Bella Vista, Cerrito y Rentistas, su nombre pareció borrado de los estamentos del fútbol: "Son las reglas de juego, y uno es de perfil bajo, no va ni al Parque ni al Centenario, y es bravo que se acuerden si no te ven en la vuelta".
"Miro fútbol de todos lados, no me queda otra", dice Apraham Yeladian, "El Armenio", para quienes lo conocen del fútbol. Hace más de un año que no dirige, pero no se queja, dice que "son las reglas de juego" y que sabe que "en cualquier momento empieza a sonar el celular".
Yeladian dio sus primeros pasos en el profesionalismo jugando para Bella Vista en 1976. "Jugué un año en Progreso, en el `75, salimos campeones de la `C` y de ahí me llevó Bella Vista que había ascendido a Primera División. Estuve hasta el `82 y de Bella Vista me fui a Danubio donde jugué hasta mediados del `85", recuerda hoy.
Volante mixto, con ida y vuelta y mucho temperamento, de aquellos que no daban pelota por perdida.
"Después jugué en Wanderers. Hicimos flor de campaña en la Libertadores del `86. Jugamos contra Peñarol, Boca y River. No sacaron del medio los jueces en La Bombonera, sino clasificábamos", dice.
Su pasaje en el fútbol grande siguió en la Argentina. "Fui a Deportivo Armenio y anduvimos muy bien. Después regresé y jugué en Progreso, el club donde me inicié", recuerda Yeladian.
De su pasaje como futbolista sacó las enseñanzas de muchos entrenadores y allí le tomó el gusto a la dirección técnica. "Me diplomé en el 95 y empecé a trabajar en las inferiores de Cerro. Dirigí el primero de Bella Vista y seguí en las formativas algunos años más. Hasta que llegó el momento de dar el gran salto en Primera. Tuve la suerte de dirigir a Rentistas, otra vez a Bella Vista y también a Cerrito donde pudimos ganar el Clausura de Segunda en el 2008. Pero de no parar, pasé a no dirigir en un abrir y cerrar de ojos. Pero el fútbol es así. No me muestro, no voy a ningún lado, me gusta ir a las canchas chicas y ahí nadie te ve. No voy ni al Parque ni al Centenario, y es bravo porque si no estás en la vuelta, nadie se acuerda", dice con resignación.
Yeladian es de los espectadores que no se pierde ningún partido. "Trato de ver mucho fútbol. Ayer fui a la B, y ahora que arrancó el campeonato, vuelvo a las canchas", admite.
"Veo que se ha mejorado, que los clubes están haciendo un gran esfuerzo para que retornen figuras del exterior, para armarse, para reforzarse y eso está bueno. Levanta el nivel, crece la competencia y el campeonato se pone lindo. También se mejoró en lo económico y cuidan mucho más las canchas, hay pisos excelentes y eso también ayuda a la calidad de los espectáculos. Se está creciendo en todo sentido y eso es lo mejor que le puede pasar al fútbol", reconoce.
Apraham Yeladian. Hoy es uno más en las tribunas de las canchas chicas. Pasa inadvertido y se mezcla entre los hinchas. "Al fútbol no lo largo por nada en el mundo", recalca.