El arco de Uruguay es un drama

Seguramente el maestro Tabárez va a tener que empezar a apuntar para otro lado. El arco de Uruguay se ha convertido en un verdadero drama deportivo, porque no es normal que pelotas tontas se transformen en gol.

Las penas padecidas en las últimas Eliminatorias con las gruesas macanas de Fabián Carini, Sebastián Viera y Juan Castillo parecían haber quedado de lado cuando se llamó a Fernando Muslera. Sin embargo, la maldición de las manos flojas también cayó sobre el arquero de la Lazio. Incluso en el propio Mundial de Sudáfrica.

Pero lo ocurrido ante Chile en el anterior amistoso y ahora frente a Estonia es como para adoptar medidas extremas de manera urgente.

Ya no hay seguridad de ninguna naturaleza y los nervios se incrementan cuando una pelota anda cerca del área uruguaya. El técnico tendrá que encontrar, de una buena vez, alternativas válidas para este inconveniente.

Para no tener que pedirle a Luis Suárez que preste sus manos más seguido (como lo hizo ante Ghana en el Mundial), no estaría mal pensar en darle, por ejemplo, una chance a Gustavo Munúa.

¿Y vos qué decís?

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