Cuidar el cero y salir a 1.000

Si el rival ganó la llave con comodidad, si metió una enorme cantidad de goles, si además de eso tiene una defensa segura que pocas veces fue vulnerada, si llega con el enorme antecedente de ser el actual campeón, lo primero que hay que hacer es plantarse firme en la cancha para impedir que consiga abrir el marcador.

En resumen, lo que hay que decir es que Peñarol tiene que cuidar, antes que nada, el cero en su arco. Sobre la base de proteger la defensa, impedir la filtración de los laterales brasileños y limitar la movilidad de D`Alessandro, se empieza a construir el sueño de arrancar la serie de octavos de final de la mejor manera.

Es que si se consigue limitar a un equipo que ha mostrado tener mucho potencial en ofensiva, Peñarol está en condiciones de hacer daño con la velocidad de algunos de sus futbolistas.

Metiéndose a espaldas de los laterales de Inter, y llegando a 1.000 por hora sobre la última zona del elenco brasileño es donde está la ganancia.

Será cuestión de que se haga la mejor lectura y que no se salga a lo loco porque el Centenario esté colmado.