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DESDE EL ARCO por José Mastandrea
Fue una decisión difícil
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Estaba clavado. A Peñarol no le iba a dar la nafta para recorrer los dos caminos a la vez: el del Uruguayo y la Libertadores.
Había que tomar una opción en medio de los dos torneos y cuando se definen posiciones importantes.
No era fácil la decisión. Pero a Diego Aguirre no le tembló el pulso a la hora de elegir: optó por el camino de la Copa, con todo el riesgo que eso significa, porque si Peñarol no logra clasificar a las semifinales, se quedará con las manos vacías.
Ya perdió pie en el Torneo Clausura y prácticamente regaló la pelea que mantenía por la tabla Anual. La posibilidad de ir por un "bi" en el Uruguayo quedó en segundo plano por la ilusión de pelear por una Libertadores más.
Los resultados mandan, como en cualquier deporte. Si Peñarol da un paso más en la Copa, si llega más alto, no habrá recriminaciones de los hinchas, pero si se va con las manos vacías, quizás haya reproches por no haber rotado mucho antes al plantel.
El jueves, será un día clave. El camino de la Copa, puede ser también, un camino sin retorno.
Ovación digital
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