Tres sellos de ganar a lo Nacional

La consagración del nuevo campeón uruguayo quedó estampada con tres sellos en las páginas de la historia contemporánea.

Uno, como si fuera el oficial, si acaso, es que el triunfo que materializó la conquista, y que cronológicamente es siempre muy importante, fue "a lo Nacional", que de eso hay, también, existe; es ganar y salir campeón con autoridad, imponiendo un dominio que lleva casi a la sumisión del adversario, y no en forma agónica, o aún sin ser mejor que el rival, poco menos que de milagro.

El otro sello fue el de Carrasco. Cierto, este Nacional no tuvo "tiqui-tiqui", con un atacante abriendo las piernas para que definiera otro que entró por la espalda; pero en medio de la final "JR" sacó al "Morro", y Vigneri y el botija López terminaron formando el ataque. ¿Qué otro lo hace?

Por último, está el sello de Alarcón. El de la Cultura Nacional. La que, como en el partido de ayer, donde no hubo nada "raro", y todo resultó claro e inobjetable, suma dos Uruguayos.