Qué bueno sería verlos atentos

En las primeras fechas a un línea en el Centenario se la escapó la tortuga: cobraba off side de un saque de banda.

Ayer en el Mario Ubilla, otro línea levantó la bandera para sancionar una posición adelantada cuando Darío Rodríguez habilitaba, por un metro y frente a su nariz, a Lima.

Estaría buenísimo, pero de verdad, que los muchachos que trabajan de asistentes prestaran un poquito más de atención al juego, para que sus horrores no sean tan marcados. Una falla, vaya y pase, una macana gigante, ¡NO!