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DESDE EL ARCO por José Mastandrea
No debe haber nada más lindo que gritar un gol
Eso de hacer goles y no festejarlos, o festejarlos poco y después pedir perdón no tiene razón de ser. No debe haber nada más espontáneo, más auténtico, más reconfortante ni más gratificante que marcar un gol. Sea en el club que sea y frente a cualquiera. ¿Qué tiene de malo gritarlo con alma y vida si se defiende con profesionalismo la camiseta de turno? ¿Qué importa que el gol se lo convierta a un ex club? No puede ser que se le recrimine al jugador el hecho de haber festejado un gol porque antes jugó en el otro equipo. Algunos dicen que es "por respeto al hincha". ¿Y el respeto por los nuevos hinchas? Hay que gritarlos... ¡y bien fuerte!
Ovación digital
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