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El análisis por Edward Piñón
Los dos equipos grandes han mejorado muchísimo en el funcionamiento institucional y sus movimientos en aspectos que antes eran ignorados han contribuido firmemente para que el caudal social se robusteciera con números sorprendentes.
La idea de crecer a través de campañas publicitarias inteligentes, de fuertes golpes de marketing que encendieron aún más la pasión merecieron como corresponde las máximas ponderaciones. No puede olvidarse lo llamativo de Hugh Jackman en el Parque Central o de Diego Forlán en el Palacio Güelfi, así como la idea de hacer socio a Joaquín Sabina.
Sin embargo, lo que entusiasma aún más, lo que reconforta sobremanera es que un club mire con dedicación a los niños. Y la satisfacción es mayor cuando se trata de un chico con capacidades diferentes.
Claro, a Peñarol el que lo impulsó a esto es el inquebrantable espíritu de "Panchito". Porque fue Francisco Castro el que nos demostró lo que se puede hacer con la fuerza del corazón.
Bien por los aurinegros y por este fantástico mensaje. Porque esto es parte del maravilloso fútbol.
El País Deportivo
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