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EL ANÁLISIS por Jorge Savia
El pan dulce y la sidra salen caros
Reza el dicho popular: "Se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena"; y es cierto. El caso de la licencia de los jugadores y su incidencia en las posibilidades de los equipos uruguayos en los repechajes de clasificación para la Copa es un claro ejemplo.
Hoy, al ver que el Caracas empezó a trabajar el lunes pasado, "rompe los ojos" que -debiendo jugar con Peñarol el 26 de enero- el equipo venezolano le sacó 10 días de ventaja a los aurinegros.
Esto no es de ahora. Le pasó a Peñarol dos veces, a Defensor, Danubio, Wanderers, Racing y Liverpool, pero en los cinco últimos casos, como se trataba de un cuadro chico y el trueno del eco popular fue casi inexistente; ¿quién se iba a acordar de Santa Bárbara, que es un tema que los jugadores -a nivel de su gremio- deben resolver con sentido común a favor de sus intereses?
Es a ellos a los que les compete. Al hincha le puede doler en el alma que su equipo no se prepare de la mejor manera, pero a los jugadores les duele en el bolsillo; y, como se dice siempre, "la plata del fútbol que se va, no vuelve", los premios que se pierden "fueron". Parece desproporcionado postergar eso por la sidra y el pan dulce de Fin de Año y Año Nuevo.
El País Deportivo
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