Disidentes republicanos irlandeses amenazaron con colocar una bomba en Londres, según informó la Policía británica, víspera del inicio de una histórica visita a Irlanda de la reina Isabel II rodeada de fuertes medidas de seguridad por temor a atentados.
"Se ha recibido un aviso de amenaza de bomba para el centro de Londres hoy", declaró la Policía en un comunicado, precisando que el aviso no especificó "hora o lugar".
"Creemos que la amenaza está conectada con el terrorismo republicano disidente" norirlandés, agregó poco después un portavoz policial.
Agentes de Scotland Yard cerraron durante varias horas una zona de las inmediaciones del Mall, la gran arteria que une el palacio de Buckingham a la céntrica plaza Trafalgar, pero levantaron el cordón en torno al mediodía sin que se encontrara nada.
Los artificieros hicieron estallar, además, una maleta en una avenida cercana, que también resultó ser una falsa alarma, según una portavoz policial.
La policía invitó a los londinenses a "mantenerse vigilantes" y denunciar cualquier "actividad o conducta inhabitual".
Las autoridades precisaron que el nivel de alerta del "terrorismo relacionado con Irlanda" se mantiene sin cambio en "importante" -el tercero en una escala de cinco y uno por debajo del terrorismo internacional-, lo que significa que existe la "fuerte posibilidad" de un atentado.
La alerta de seguridad se produjo en la víspera del inicio de la primera visita de un monarca británico a Irlanda desde que ese país se independizó del Reino Unido en 1922, que obligó a desplegar un dispositivo sin precedentes debido a amenazas de grupos disidentes republicanos opuestos a cualquier presencia británica en su territorio.
Unos 10.000 policías y militares velarán por la seguridad de la Isabel II, de 85 años, y de su esposo, el duque de Edimburgo, durante los cuatro días que ambos pasarán en una visita altamente simbólica destinada a marcar oficialmente la reconciliación entre ambos países.
Un portavoz del palacio de Buckingham, interrogado por la AFP, indicó que no hacen comentarios sobre "cuestiones de seguridad".
La bandera que ondeaba este lunes en Buckingham Palace indicaba que la reina no se encontraba en su residencia oficial londinense.
La amenaza también coincide con los preparativos para la visita de Estado que llevará a cabo al Reino Unido el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, del 24 al 26 de mayo.
Las autoridades británicas elevaron a finales de 2010 el nivel de alerta ligado al riesgo de atentados de parte de grupos disidentes republicanos opuestos al proceso de paz en Irlanda del Norte.
La provincia británica ha vivido mayoritariamente en paz desde que los acuerdos del Viernes Santo en 1998 pusieron fin a tres décadas de violencia entre protestantes unionistas y católicos republicanos que dejaron más de 3.500 muertos, aunque todavía se registran en ella ataques esporádicos.
Los últimos, entre ellos el asesinato de un policía en abril, fueron atribuidos al IRA-Auténtico, una escisión del hoy inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) que en abril dijo que "la reina no es bienvenida en suelo irlandés" y que se iba a asegurar de que "escuchara el mensaje".
En septiembre, el director general del MI5, la agencia de inteligencia interna, Jonathan Evans, quien no suele hablar en público, advirtió que los militantes republicanos norirlandeses disidentes podrían "extender sus ataques a Gran Bretaña".
AFP