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Desplome. Temor en los inversionistas por el presidente electo; Keiko reconoció la derrota | w Chávez se alegra de "transformación" en toda la región
¿Te interesa esta noticia?LIMA | AP Y AFP
La ajustada victoria del exmilitar de izquierda Ollanta Humala en Perú, fue reconocida ayer por su contrincante Keiko Fujimori y muy mal recibida por los inversionistas, que provocaron una caída histórica de la Bolsa de Lima del 12,51%.
"Hemos visto que los resultados oficiales dan como ganador al señor Humala; reconozco su triunfo, saludo su victoria y le deseo suerte", dijo en una declaración a la prensa Keiko.
La hija del expresidente Alberto Fujimori, condenado a 25 años de prisión por violación de derechos humanos, reconoció el triunfo de Humala, de 48 años, cuando habían sido escrutados el 90% de los votos, que arrojaban una ventaja de 2,74 puntos porcentuales (con 51,37% contra 48,63%).
Fujimori, que luego acudió a saludar a Humala a un hotel de Lima donde estaba instalado, se comprometió a tender "los puentes necesarios para asegurar la gobernabilidad".
"Seremos la oposición que represente a ese 48% de peruanos que confían en el modelo que nosotros defendemos", afirmó Keiko, que encarnó en estas elecciones la continuidad del modelo liberal con el cual Perú registró un crecimiento récord en los últimos años.
Caída. Los inversionistas, por su parte, recibieron a Humala con una estrepitosa caída de la Bolsa. Las operaciones fueron suspendidas durante dos horas en la mañana tras caer 8,71% en su apertura, pero al ser reanudadas la caída se profundizó hasta 12,51%, lo que obligó a cerrar de manera anticipada la sesión, con las compañías mineras como las más afectadas.
El excandidato conservador derrotado en la primera vuelta y extitular de Economía, Pedro Kuczynski, advirtió que "los frenos están en la minería", refiriéndose a una propuesta humalista de aplicar un impuesto a las sobreganancias de las empresas mineras.
La caída de la Bolsa era previsible, e incluso el domingo Félix Jiménez, jefe del plan económico de Humala, señaló que el Banco Central de Reserva (BCR-Central) o el ministro de Economía debían prever medidas para evitar el caos en la jornada de ayer.
Exoponentes de Humala, empresarios y políticos demandaban ayer al presidente electo dar lo antes posible señales que tranquilicen a los mercados como designar a los miembros de su gabinete de ministros.
Humala no hizo ninguna declaración sobre el tema luego de proclamar su victoria el domingo, y prometer que dará "continuidad al trabajo de consolidar nuestro crecimiento económico``. Sin embargo, desde su partido señalaron que el futuro mandatario designará en esta semana a quien será el próximo ministro de Economía.
Las incertidumbres en el mercado tienen que ver con la incógnita que representa Humala, un exgolpista que en la elección de 2006 recibió fuerte apoyo del presidente venezolano Hugo Chávez.
Aunque Humala ahora tomó distancia de Chávez y presentó un programa moderado, sus propuestas iniciales de estatización y reforma de la Constitución generaron desconfianza.
En la noche del domingo, Humala se mostró conciliador y prometió que su gobierno convocará "a los mejores técnicos independientes para poder hacer un gobierno de concertación, de ancha base, donde nadie se sienta excluido".
Pero el vicepresidente electo, Omar Chehade, desató temores de una mayor polarización al decir que Alberto Fujimori, cuya condena cumple en una unidad policial de Lima, debe ir a una cárcel común.
"Él no está en una cárcel, está en un centro de recreación de la Policía y no es apropiado para una persona que ha cometido delitos graves" de corrupción y violación de los derechos humanos, dijo Chehade.
2,74 Son los puntos porcentuales que hicieron la diferencia, según el 90% escrutado ayer.
ADRIANA M. RIVA
Justo antes de que terminara el debate de hace dos domingo, Ollanta Humala se acomodó el traje, miró fijo a las cámaras y con la serenidad que mantuvo durante toda la campaña, afirmó: "Les pido que me den una oportunidad. En mí puede haber dudas, pero en el otro lado, hay pruebas".
Presas de una angustia existencial, los peruanos estaban en la disyuntiva de tener que elegir entre el horror del pasado y el temor al futuro; entre la hija y colaboradora de quien destruyó todas las instituciones del país en los años 90, violó los derechos humanos y ahogó a la población en un mar de corrupción, y el hombre que carga un enorme signo de interrogación sobre sus hombros.
Era una elección compleja. Pero los peruanos decidieron apostar por el futuro y no por el pasado, y así, con lo justo, la memoria le ganó al miedo. Al final, pesó más el recuerdo de que el fujimorismo aplicó a conciencia el estilo de prometer una cosa y hacer otra, que las dudas sobre cuál será el verdadero plan de gobierno de Humala.
Pesó más la certeza de que el fujimorismo dio un golpe, reformó la Constitución en beneficio propio e intentó perpetuarse en el poder que el miedo a que Humala trabaje para implementar mecanismos que lo habiliten a la reelección. Pesó más el recuerdo de que el fujimorismo persiguió, acosó y casi liquidó la libertad de prensa que el temor a que Humala intente regular los medios.
Pesó más la certeza de que hacia el final del fujimorismo, en 2000, los empresarios extranjeros no invertían más en el país porque las "comisiones" que el gobierno pedía eran mayores que el margen de ganancia, que el miedo sobre las medidas económicas que aplicará Humala.
La memoria del nefasto pasado fujimorista evitó que Keiko fuese elegida. O, si se quiere, la incapacidad de la candidata de marcar una postura autónoma en relación con su padre, que permitiese percibirla como una figura con un programa de gobierno propio, más allá del regreso al poder de las cúpulas, prácticas y modos de antaño.
El drama edípico de Keiko era que para ganar la elección debía, simbólicamente, matar a su padre. Pero en vez de ello, "la China" apostó a una amnesia voluntaria, que el pueblo le demostró no tener.
Pero no todo es color de rosas para Humala. Su victoria no fue fácil, y gran parte de la gente que lo respaldó no lo hizo por amor, sino por el espanto que generaba el regreso de un Fujimori.
"Humala deberá lidiar con una población fragmentada por dos modelos antagónicos y con un Congreso fracturado -dijo el analista internacional Fabián Novak-. Sus retos inmediatos serán formar un gobierno de ancha base, afrontar rápido los conflictos sociales que sacuden al país y nombrar en puestos clave de la economía a personas que tranquilicen a los mercados".
Según Giovanna Peñaflor, directora de la encuestadora Imasen, "el mayor desafío de Humala será demostrar que puede trabajar sin patear el modelo económico actual y hacer los cambios que ha prometido con tranquilidad".
Con el fin de minimizar la polarización y la tensión que atraviesa Perú a raíz de este complejo proceso electoral, todo indica que Humala deberá moverse rápido y enviar señales claras que despejen los fantasmas que genera en gran parte de la población.
Estados Unidos y varios países de América Latina saludaron ayer la ajustada victoria del izquierdista Ollanta Humala en Perú.
El mandatario chileno, Sebastián Piñera, fue uno de los primeros en llamar al gobernante electo para felicitarlo por los resultados, mientras los gobiernos izquierdistas de la región, a la cabeza del venezolano Hugo Chávez, hicieron lo propio.
El presidente boliviano Evo Morales lo felicitó también en la noche del domingo y ayer su gobierno expresó su confianza en que Humala apoye a Bolivia en su centenario reclamo para que Chile le otorgue una salida soberana al mar.
Estados Unidos también felicitó al pueblo peruano por el proceso electoral a través del responsable de la diplomacia para América Latina, Arturo Valenzuela, quien destacó que Washington seguirá trabajando con el gobierno de Humala.
En un comunicado, el mandatario venezolano felicitó a Humala por su "sólida victoria", que según Chávez muestra "el compromiso de los pueblos latinoamericanos con la transformación".
Por su parte, la brasileña Dilma Rousseff llamó por teléfono a Humala, le deseó "mucha suerte" y lo invitó en a reunirse con ella en Brasil en las próximas semanas.
La mandataria argentina, Cristina Fernández, también telefoneó al presidente electo. "Durante la comunicación Humala le aseguró que visitará Argentina tan pronto esté designado el nuevo gabinete", indicaron.
Los países reunidos en la Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) en El Salvador también reaccionaron al triunfo en unas elecciones que calificaron de "ejemplares".
El Partido Comunista francés también reaccionó a la victoria de Humala y la consideró que la misma asegura que "una nueva etapa se abre para Perú". AFP
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