Al final es uruguayo el principal imputado de matar a Candela

BUENOS AIRES | VICTORIA MOLNAR

El uruguayo Hugo Elvio Bermúdez Rodrígues (53), detenido por el sonado caso de Candela Rodríguez, tiene antecedentes penales y pidió expresamente que no se dé intervención en la causa a las autoridades uruguayas en la Argentina.

Se trata de un hombre que se encuentra detenido en el marco de la investigación por el secuestro y muerte de la niña Candela Rodríguez en Buenos Aires. Fue imputado como autor material del crimen, y si bien las primeras versiones periodísticas del vecino país lo señalaron como de nacionalidad peruana, tiene documento argentino y se había identificado como uruguayo al ser indagado. Desde el Consulado uruguayo en Buenos Aires confirmaron a El País que Hugo Elvio Bermúdez Rodrígues, de 53 años, es uruguayo, de acuerdo con la información que les brindaron desde la UFI N° 6 (siglas de Unidad Funcional de Instrucción, una oficina de la Fiscalía Criminal) de Morón a cargo del fiscal Marcelo Tavolaro, que lleva la causa.

Las autoridades uruguayas en Buenos Aires señalaron que "no tienen más detalles del caso" porque Bermúdez Rodrígues "pidió expresamente que no se le dé intervención al Consulado". Aunque el aviso no es inmediato, cabe destacar que las sedes consulares son anoticiadas oficialmente cuando una persona de la nacionalidad a la que representan es detenida.

Durante su declaración indagatoria, Bermúdez Rodrígues expuso que no tiene ninguna relación con el caso, pero quedó detenido en un penal de la ciudad de La Plata (50 kilómetros al Sur de la capital argentina), según consignó la semana pasada la agencia oficial de noticias Télam.

El hombre tiene antecedentes penales por venta de droga y quedó imputado en la causa como autor del asesinato a partir de la declaración de un testigo de identidad reservada. "Se comenta en el barrio que Hugo fue quien la mató; que a él se le fue la mano. Que Hugo conocía a Candela y que tenía problemas con la familia", señaló el testigo en su declaración.

El viernes pasado, el cónsul general adscripto de Perú en Buenos Aires, Hugo Pereyra Plascencia, expuso a El País que Bermúdez Rodrígues "no es de nacionalidad peruana" ya que "no figura en el Registro Nacional del Perú, ni en el consulado peruano", como en un comienzo informaron la mayoría de las versiones periodísticas en el vecino país.

El diplomático peruano en Buenos Aires explicó que al no hallar en los registros de su país el nombre del imputado como autor material del asesinato de Candela Rodríguez efectuó la consulta a la UFI N° 6 de Morón, a cargo del fiscal Marcelo Tavolaro, que lleva la causa, desde donde le confirmaron que "el detenido no es de nacionalidad peruana" y "se identificó como uruguayo, aunque posee documento argentino".

EL CASO. La niña Candela Sol Rodríguez (11), fue vista con vida por última vez el lunes 22 de agosto pasado cuando salió de su casa de la calle Coraceros 2552, de Villa Tesei, en la localidad de Hurlingham.

Nueve días después la niña fue encontrada asesinada, asfixiada, dentro de una bolsa de residuos, en una zona descampada próxima a la Autopista del Oeste, a unas 30 cuadras de sus casa y a ocho de la vivienda donde se sospecha que estuvo cautiva.

Según la autopsia, la niña había sido asfixiada entre 24 y 36 horas antes del hallazgo y el cuerpo fue arrojado en la vía pública la misma tarde en que fue encontrado.

La suerte de Candela mantuvo en vilo a los argentinos desde su desaparición y el caso tuvo una infrecuente repercusión en los medios y en masivas marchas en reclamo de justicia.

En la causa ya quedaron implicadas nueve personas, entre las que se encuentran dos mujeres. Tres de ellas fueron liberadas en la noche del lunes; se trata del tornero Alfredo Monteros (75), su hijo -de igual nombre- mecánico, de 36 años, y el fletero Gustavo Valenzuela (44), todos vinculados a la camioneta Traffic desde la que se habría arrojado el cadáver y con la figura judicial de encubrimiento agravado.

Además de Bermúdez Rodrígues, permanecen detenidos el carpintero Ramón Néstor Altamirano -considerado como partícipe necesario por ser quien se habría encargado de alimentar a Candela durante el cautiverio- y Gladys Cabrera (41), con la misma imputación que Altamirano y quien estaba a cargo de la casa donde los investigadores encontraron huellas genéticas de la menor.

Asimismo también quedaron demorados y fueron alojados en distintas comisarías dependientes de la Jefatura Departamental de Morón otras tres personas, dos hombres y una mujer, a quienes se presume también involucrados al caso, según la agencia DyN.