Cae el quinto ministro de Dilma Rousseff por caso de corrupción

BRASILIA | O GLOBO/GDA Y AFP

El ministro de Turismo brasileño Pedro Novais renunció ayer a su cargo tras recibir varias denuncias en su contra. Con este, ya son cinco los ministros de la presidenta Dilma Rousseff en abandonar sus puestos por supuestos delitos de corrupción.

El pasado martes el diario Folha publicó un reportaje que demuestra que entre los años 2003 y 2010, cuando Pedro Novais todavía era diputado, pagó el salario de la niñera de sus hijos con dinero público.

Folha reveló que la empleada Doralice Bento fue contratada como "secretaria parlamentaria" durante los años que Novais fue diputado. Luego, cuando fue nombrado ministro, fue empleada a través de una empresa que ofrece mano de obra a la cartera. Pero en todo este tiempo se desempeñó como institutriz, y pudo haber ganado de US$ 713 a 1.424 por mes.

Ayer, una nueva denuncia salió a la luz y agravó la situación del ahora exministro. Según el periódico, la esposa de Novais utilizó a un empleado de la Cámara de Diputados como su chofer particular.

Adao dos Santos Pereira se encontraba las 24 horas disponible para cubrir las necesidades de transporte de la mujer, que es funcionaria pública jubilada y no trabaja en el Congreso. El funcionario fue despedido luego de que se diera a conocer el reportaje del periódico.

Novais negó ambas acusaciones y sostuvo, sobre Bento, que estaba contratada como secretaria.

Además, contratos millonarios, beneficios como pasajes aéreos sustentados por organizaciones no gubernamentales, firmas de certificados falsos, lunchs por dos millones y medio de dólares y la recontratación de un empresario que había sido despedido por deshonestidad administrativa, son algunas de las otras denuncias que recibió el Ministerio de Turismo durante la administración de Novais antes del escándalo de los últimos días.

Ese ministerio enfrenta una investigación por estos desvíos millonarios de dinero público y la Policía ordenó a inicios de agosto la detención de 38 personas vinculadas a esa cartera, entre ellas su número dos. Novais había logrado hasta ahora sobrevivir en el cargo, desvinculándose de las acusaciones.

Escándalos. "El ministro de Turismo presentó su carta de dimisión. Fue al gabinete (de la presidenta Dilma Rousseff) con el vicepresidente, Michel Temer", dijo la ministra de Comunicaciones, Helena Chagas. El Ministerio de Turismo también confirmó en una escueta nota a los medios la renuncia.

"Cumplo con el deber de pedir mi renuncia al cargo de ministro de Turismo, para el que fui nombrado por Su Excelencia dignamente", dice la carta dirigida a Rousseff.

Temer y Novais pertenecen al Partido de Movimiento Democrático (PMDB, centro), aliado del gobierno. Por esto, la presidenta Rousseff puso en manos de su vicepresidente el nombramiento del sucesor, que hasta el cierre de esta edición no había sido elegido.

"Vamos a avanzar para evaluar cuál es la situación y tomar las medidas apropiadas tranquilamente", se limitó a decir Rousseff a la prensa.

El líder de su partido en la Cámara de Diputados, Henrique Eduardo Alves, destacó en declaraciones a los periodistas la importancia de "preservar la agilidad que el Ministerio de Turismo tiene que tener en una época de Copa del Mundo y Juegos Olímpicos", que Brasil organizará en 2014 y 2016, respectivamente.

Es el quinto. Una ola de denuncias de corrupción ventiladas en la prensa le costó a la presidenta, que asumió el primero de enero, otros cuatro ministros en los últimos meses.

El último en caer fue el de Agricultura, Wagner Rossi, que renunció en agosto tras denuncias sobre presuntos desvíos en su cartera y sus relaciones con una empresa agraria.

Antes cayeron el ministro de Transportes, Alfredo Nascimento, cuya cartera enfrentó denuncias de desvíos de dinero público y ha perdido una treintena de altos cargos por las investigaciones, y el todopoderoso jefe de gobierno, Antonio Palocci, acusado de rápido enriquecimiento cuando era diputado y asesor de la campaña de Dilma Rousseff.

La presidenta, que asumió el poder en enero, perdió también en agosto al ministro de Defensa, Nelson Jobim, quien se vio forzado a dimitir tras criticar a otros miembros del gabinete.

Heredera política del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, la gobernante ha sorprendido a la opinión pública al forzar las dimisiones con celeridad, especialmente en los casos relacionados a denuncias de corrupción.

"Es un reflejo de que la sociedad es menos tolerante con ciertas prácticas políticas que están desgastadas", dijo el analista político Carlos Lopes, del Instituto Analise.

En este mes de septiembre Brasil tuvo varias grandes manifestaciones públicas contra la corrupción, organizadas a través de las redes sociales. El próximo día 20 ha sido convocada una protesta en Río de Janeiro.

Las denuncias ponen también en evidencia una práctica arraigada en la política brasileña y difícil de controlar, por la que el presidente reparte altos cargos del gobierno entre los partidos aliados a cambio de apoyo parlamentario.

Golpe a la copa mundial

A mil días del Mundial 2014, Brasil enfrenta retrasos que afectan el curso de las obras necesarias para recibir a millones de turistas, pero el gobierno insiste en que todo estará listo en los plazos previstos para organizar la mejor "Copa de todos los tiempos". Ahora, los problemas en el Ministerio de Turismo, pueden demorar más los plazos.

Los inconvenientes surgieron en los dos frentes que el gobierno definió como estratégicos: estadios y aeropuertos. En total, 12 estadios y 13 aeropuertos tienen que ser construidos o reformados antes de 2013, cuando se jugará la Copa de Confederaciones.

Mientras todos los estadios ya están en obras, estas todavía no han comenzado en cinco aeropuertos. AFP

La cifra

39 Contando al ahora exministro Pedro Novais, son las personas del Ministerio de Turismo sospechosas de casos de corrupción.