Lejos de la paz, enfrentamientos internos amenazan a exrebeldes

TRÍPOLI | AFP Y ANSA

La muerte de Muamar Gadafi puede marcar el fin de la guerra pero no el de los problemas en la construcción de la Nueva Libia. Para el Consejo Nacional de Transición (CNT), viene ahora la prueba de fuego.

Hasta ahora, los rebeldes que tiraron abajo el régimen que el dictador pudo mantener durante más de 42 años, no pudieron lograr una unidad. El diálogo entre distintas fracciones del CNT se hace imposible.

La caída de Gadafi era un paso para intentar ganar el desafío de un diseño de un país en paz, estable, inserto en la comunidad internacional.

Necesario, pero insuficiente. El camino es todavía largo y los festejos de ayer en Sirte -incluido un polémico video de un Gadafi ensangrentado y golpeado, antes de la muerte- hoy deberán dejar espacio a un nuevo recorrido para construir "una nueva Libia unida", como recordó el primer ministro del CNT, Mahmud Jibril.

El peligro es que la contradicción que recorre transversalmente el frente de los rebeldes explote ahora, en el momento en el cual podría aflojar la argamasa de la guerra contra el dictador.

Rivalidad interna. Preocupa no poco a la comunidad internacional la histórica rivalidad entre Tripolitania y Cirenaica, así como podrá producir más de una fricción la diferencia ideológica entre los islamistas y los laicos en el CNT.

La guerra fue conducida por tribus distintas y por grupos de orígenes muy lejanos.

Por una lado, los hombres de Abdelhakim Belhaji, líder del grupo islámico y hoy comandante del consejo militar de Trípoli, y la brigada de los "mártires de Abu Salim", representantes de los grupos salafistas de Derna. Por otro lado, los orgullosos berberes, en primera línea en la conquista de Trípoli, el grupo de Bengasi que dio comienzo a la revuelta y los combatientes de Misrata, la "ciudad mártir" de esta guerra, la "Sarajevo libia".

Para no hablar de las tribus históricamente fieles a Gadafi, como los Qaddafya, los Warfalla o los tuareg que podrían, por un período, haber ayudado al coronel en su larga y misteriosa fuga dentro de Libia. Fuga interrumpida ayer, en un ducto sucio de Sirte.

Terminada la guerra -aunque hay que recordar que una parte del país al sur aún está en manos de los "lealistas", huérfanos desde ayer de su líder- podría comenzar ahora un sutil desafío en la creación de un nuevo grupo de poder.

Frente al CNT hay dos opciones claras, por un lado el camino de un diálogo difícil y complejo, con la búsqueda de un equilibrio entre sensibilidades, puntos de vista y posiciones a veces muy dispares.

Ello conduciría a una transición que se augura pacífica hacia la Nueva Libia. Por otro lado, hay una lucha por el poder entre grupos de extracción muy distinta y ya no más unidos por la guerra de liberación del país. Lo cual llevaría inevitablemente a un vacío de poder y una falta de seguridad en todo el territorio.

La comunidad internacional debe estar muy atenta y cerca a la nueva dirigencia libia para apoyarla en este paso difícil.

El camino a seguir no puede ser otro que el del diálogo y y la búsqueda de equilibrios nuevos y estables. La alternativa es la llegada de un escenario de tipo somalí en el margen sur del Mediterráneo.

Control. Estados Unidos, por su parte, enviará a Libia inspectores para que controlen y garanticen la seguridad de eventuales armas químicas que haya almacenado en ese país el régimen, Así lo dijo ayer Rose Gottenmoeller, alto dirigente del Departamento de Estado.

"Hasta hace cinco o diez años estábamos preocupados por la presencia de armas químicas en el país. Esas armas fueron destruidas, pero aún hay agentes químicos almacenados en algunas estructuras", dijo Gottenmoeller. La diplomática estadounidense subrayó: "Estamos trabajando con la Alianza Atlántica y el CNT para asegurarnos que estas sustancias queden bien guardadas".

El proceso de eliminación de las armas no convencionales en Libia comenzó en 2004, cuando el país adhirió a las convenciones internacionales y se volvió miembro de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.

Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) planea ya la inclusión de Libia.

El organismo indicó que enviará "en las próximas semanas" una misión a fin de encontrar una forma de ayudar al país destrozado tras la guerra.

Del 6 al 13 de octubre pasados, una misión de evaluación del FMI estuvo presente en territorio libio en cooperación con el Banco Mundial, precisó Gerry Rice, un portavoz del Fondo, durante una conferencia de prensa en Washington.

Muerte de excoronel reimpulsará producción petrolera; paz es importante para el mercado

Nueva York | Pasarán aún varios meses antes de que Libia pueda exportar tanto petróleo como el que enviaba al exterior antes de entrar en una guerra civil a inicios de este año, pero la muerte de Muamar Gadafi reduce las probabilidades de que la violencia se interponga mientras Libia pone en marcha nuevamente la producción.

Y conforme regrese al mercado el crudo libio, podría bajar el precio del petróleo a nivel internacional y el costo de la gasolina en las estaciones de servicio de Estados Unidos.

El tipo de petróleo producido en Libia, conocido como dulce ligero, es especialmente valorado debido a que, para las refinerías, es más sencillo convertirlo en diesel y gasolina. Muchas refinerías no pueden procesar fácilmente otras variedades de crudo.

Antes de la guerra, Libia producía 2% del petróleo mundial. Pero incluso interrupciones pequeñas en la producción del hidrocarburo pueden tener un enorme efecto en el precio porque el balance entre oferta y demanda es delicado.

Cuando surgen temores de que los suministros podrían disminuir, los comerciantes se ponen nerviosos y los precios pueden subir rápidamente.

El precio del petróleo repuntó 35% entre el 15 de febrero, cuando iniciaron las manifestaciones en Bengasi, y el 29 de abril, cuando el crudo alcanzó casi 114 dólares por barril, el nivel más alto desde el 2008. Los precios de la gasolina en Estados Unidos aumentaron de 3,12 dólares por galón (82 centavos por litro) antes del conflicto, a 3,98 dólares (1,05 dólares por litro) el 5 de mayo, el más alto en tres años.

El miércoles, el crudo regresó a su precio previo al inicio de la insurrección en Libia. Ayer cayó 81 centavos a 85,30 dólares por barril en el Mercado Mercantil de Nueva York. El precio promedio por un galón de gasolina en Estados Unidos estaba sin cambio en 3,47 dólares (91 centavos por litro).

Si se logra pacificar Libia, el mercado mundial de crudo mantendrá su estabilidad, pero el temor de muchos es que la lucha continúe. AP y AFP

Las cifras

25.000 Son los muertos que dejó la guerra civil en Libia, que se extendió por ocho meses, los últimos de más de 42 años de dictadura.

135 Son los millones de dólares que occidente aportó para los ahora exrebeldes. Hay activos millonarios de Gadafi en todo el mundo.