Se fue alejando despacito

Gregorio Pérez fue perdiendo puntos en la consideración del Consejo Directivo de Peñarol con muchas de las decisiones que fue adoptando.

Las dudas que se habían generado cuando el conductor realizó varios pedidos para el armado del plantel, los que no eran bien vistos ni por dirigentes ni por el gerente deportivo Osvaldo Giménez, se agravaron con los resultados deportivos cosechados en la Copa Libertadores.

Además, el camino ya venía muy espinoso por la manera en la que se escaparon los siete puntos de ventaja que le llevaba a Nacional en el Apertura.

La única defensa que fortalecía la continuidad del conductor en el primer equipo aurinegro era la voz del hincha. Pero eso se acabó. Las quejas de los fanáticos en los portales digitales crecen de manera singular, lo que permite a los encargados de tomar la decisión tener la seguridad de que no van a ser señalados como los "ejes del mal".

Como hoy ya no hay juicio popular para el "verdugo" de turno, es más fácil decidir en base a una simple realidad del fútbol: mandan los resultados. Y a Gregorio no se le dieron.

¿Y vos qué decís?

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